A mi que siempre me ha dado pereza ir a las fiestas de Getafe, y mira que me lo proponen año tras año, han conseguido enrolarme para ir nada menos que a Plutón berverbenero.
El camarote es pequeño, y no creo que quepan los cien niños negritos del Chad que pedí por internet, pero da igual. ¿Qué fue de aquellos tiempos en los que te garantizaban la llegada de tus paquetes a cualquier lugar del mundo en 24 horas? El caso es que ahora tenemos dos mil pares de zapatillas "Nike hair" para coser entre los cuatro.
Mi faceta de aventurero sin afeitar ha puesto en serio peligro mi asistencia a esta misión. Ando liadísimo recuperando estatuillas precolombinas, llevando azúcar a los esquimales y colgando toalleros en casa, pero acudí a mi personal aquelarre de adivinos para que consultaran las runas. La pitonisa Lola y Octavio Acebes no acababan de ponerse de acuerdo, pero el primo de Rajoy terminó por inclinar la balanza a favor del periplo cósmico. Eso sí, el quinto tripulante, que iba a ser Melendi, me dijo que mejor lo dejáramos en tierra.
Antes de embarcarme, cada uno de ellos me dio un objeto que me sería útil en mi viaje. La pitonisa Lola me diouna vela negra, Octavio una copia de su último libro "Cocina con magia", y el primo de Rajoy, con hililloch de plachtilina en los ojos de la emoción, me entregó un polvorón de Tordesillas, y me dijeron que sabría cómo usar todas estas mierdas cuando llegase el momento.
Ala, salaos.
El camarote es pequeño, y no creo que quepan los cien niños negritos del Chad que pedí por internet, pero da igual. ¿Qué fue de aquellos tiempos en los que te garantizaban la llegada de tus paquetes a cualquier lugar del mundo en 24 horas? El caso es que ahora tenemos dos mil pares de zapatillas "Nike hair" para coser entre los cuatro.
Mi faceta de aventurero sin afeitar ha puesto en serio peligro mi asistencia a esta misión. Ando liadísimo recuperando estatuillas precolombinas, llevando azúcar a los esquimales y colgando toalleros en casa, pero acudí a mi personal aquelarre de adivinos para que consultaran las runas. La pitonisa Lola y Octavio Acebes no acababan de ponerse de acuerdo, pero el primo de Rajoy terminó por inclinar la balanza a favor del periplo cósmico. Eso sí, el quinto tripulante, que iba a ser Melendi, me dijo que mejor lo dejáramos en tierra.
Antes de embarcarme, cada uno de ellos me dio un objeto que me sería útil en mi viaje. La pitonisa Lola me diouna vela negra, Octavio una copia de su último libro "Cocina con magia", y el primo de Rajoy, con hililloch de plachtilina en los ojos de la emoción, me entregó un polvorón de Tordesillas, y me dijeron que sabría cómo usar todas estas mierdas cuando llegase el momento.
Ala, salaos.
2 comentarios:
¡Bienvenido al equipo! Llega tarde, como siempre… por favor deposite sus objetos personales en la taquilla. Esas estatuillas precolombinas que trae han alterado al perro de seguridad más que cuando le llevamos a la boda de Paulina y Colate.
Póngase el uniforme y active el amuleto vibratorio.
¿una vela negra y un polvorón? tenga cuidado, teniendo en cuenta quienes se los han proporcionado lo mismo son componentes para invocar Aznaristas o algo.
besukis!!
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