martes, 1 de abril de 2008

Fucked but happy

La gente recibe spam. Viagra, cialis, alargadores de pene, ministros de repúblicas africanas en el exilio o cursos milagrosos que te convertirán en el mejor reponedor de estanterías de supermercado del mundo. A mí, dada mi genialidad y mi intrinseca naturaleza fuera de serie, me llegan cosas como "formación de terapeutas en bioenergética-transpersonal". No es coña. Probablemente alguien haya leído mis intervenciones plutonianas y haya llegado a la conclusión de que alguien como yo debería caminar por el mundo imponiendo sus manos a leprosos y mutilados.

Nada me apetecería más que añadir a mi currículo algo tan sugerente y tropical, pero no va a poder ser. Desde hace un mes un desprevenido centro de datos me ha contratado como ingeniero de soporte, y mi vida ha cambiado. Ha cambiado mucho. Tanto, que ya no tengo.

Pero estoy contento. Jodido, pero contento (asco de frase, coño).

Pero a lo que voy; jóvenes profesionales del mundo: once años de desidia y aburrimiento he tardado en descubrir que hay trabajos que valen la pena, en los que hasta se puede llegar a valorar tu trabajo. Hace muchas, muchas lunas, en aquél antro de trabajo temporal disfrazado de asesoría informática llamada SHS Polar (hoy puedo nombrarla sin miedo), pude ver cómo recientes titulados en telecomunicaciones, informática o matemáticas se sumían en un pozo depresivo al darse cuenta de que sus opciones laborales en una empresa de semejante corte eran las que eran. Sin ganas, sin ilusión, sin consideración, y con un 80% de los recursos técnicos y humanos puestos al servicio de un cruel cliente-Dios llamado telefónica que exigía sacrificios humanos cada luna nueva. Si a eso le añadías el aliño de la sal y el aceite que son las hipotecas, los primeros matrimonios y las letras del coche, todos los días podías escuchar las siete trompetas del apocalípsis antes de la hora del café. Café que, por cierto, a bien tenía telefónica en cobrar a sus asesores subcontratados (todo sea por amortiguar los precios del proyecto).

Personalmente, yo, soy un tipo sin oficio ni beneficio que ni si quiera tuvo el interés de terminar una carrera mediocre, así que mi perspectiva de las cosas era más bien serena a la vez que derrotista. De ahí mi implicación en la creación de un comité de empresa, pero esa es otra historia (ya muy vieja y muy poco interesante).

En fin, amigos profesionales del ramo. Desde aquí levanto mi tazón de cereales con fibra y leche de soja y brindo por todos vosotros. Porque no desesperéis al salir de la carrera y ver lo inhóspito que es el mundo. Porque no os ancléis en una vida de aparentar lo que no se puede ser. Porque no dejéis de buscar. Porque la hipoteca y el matrimonio dan mogollón de pereza, pero hay que ser inconformista siempre. Y, sobre todo, porque no me quitéis el trabajo, que con mi mierda de currículo, aún le estoy dando mordiscos al canto.

En su día me fundí todo mi karma en la mili.
Ahora me considero igual de afortunado por mi trabajo.
El día menos pensado volveré a follar, y todo...

Hale, salaos.

5 comentarios:

El Hombre Malo dijo...

Traduccion:

Acaba de cobrar su prmera nómina.

Rebilated dijo...

De la cual se le ha ido la mitad en gastos de meses pasados y se le va a ir la otra mitad en invitarme a su casa a comer.

Somófrates dijo...

Nop. La otra mitad se ha ido en pagarle a la novia de mi viejo las sillas francesas que compré el mes pasado con su visa.

Me queda lo justo para pagarle a un zumbao lo que le debo de un avatar eldar de resina de importación y comprar el alma de una asistenta que me quiera hacer la casa un par de veces por semana.

Pero no preocuparse, que mañana me vienen los del caprabo con los dos kilos y medio de macarrones que pedí pensando en ti.

querida_enemiga dijo...

Desde aquí levanto mi tazón de cereales con fibra y leche de soja y brindo por todos vosotros.

La hostia, cómo estamos...!

Anónimo dijo...

Mirándome desde el punto de vista profesional. No sé si es que tengo una flor en el culo (y de verdad tengo suerte), si es que me conformo con cualquier cosa o el haber trabajado en la agricultura y la construcción me hace pensar que cualquier otro trabajo (incluido picatiestos y masturbalombrices) es una bendición de Dios.
El caso, es que siempre estoy contento!