lunes, 11 de febrero de 2008

La Mano Que Mece Las Joyas De La Corona

Lean la primera parte. Si son muy vagos… En el capítulo anterior: un joven muy atractivo sufre un misterioso dolor en una de sus gónadas. Tras un corto pero intenso viaje de búsqueda del origen emocional de su mal un equipo multidisciplinar compuesto por una doctora y seis muchachas de urgencias le drogan y le diagnostican un cólico nefrítico. El capítulo terminó con la frase “Debe visitar al urólogo”.

Siempre he pensado en cómo deben vivir las jóvenes su primera visita al ginecólogo. Salvo casos excepcionales (“Si, es un niño”) creo que deben tener una cierta planificación. Supongo que la figura femenina de la paciente la tranquiliza y le ayuda a elegir un doctor de su confianza. Tradicionalmente los ginecólogos han sido varones aunque últimamente la tendencia creo que ha cambiado y las chicas se sienten más cómodas con alguien de su mismo sexo.
Vale… ¿Y los urólogos? ¿Nos tranquiliza a los hombres el ser examinados por una persona de nuestro mismo sexo? Pues no ¿Nos tranquilizaría ser examinados por una persona del sexo contrario? Pues no ¿Por un robot, un alien o un animal? Pues tampoco.



Dejemos las cosas claras, a pesar de que siempre estemos hablando de ellos y de que incluso los enseñemos en público detrás de una gabardina o bien animados en las fiestas del pueblo A LOS HOMBRES NO NOS GUSTA QUE NOS EXAMINEN LOS GENITALES.



Puestos en esta tesitura en la que me encontraba mi padre me recomendó el doctor que lo había tratado toda la vida. Un hombre ya mayor, especialista de reconocido prestigio con amplia experiencia. Y es que mi padre había buscado a lo mejorcito porque él era lo que denominan los urólogos entre risas en las copas de después de los congresos médicos un “ponedor de cálculos”. De forma periódica mi padre echaba piedras, piedritas o piedrotas (hasta como una judía pinta). Él pasaba los cálculos tratando de controlar el dolor sin medicación, al fin y al cabo ya había tenido la experiencia de sufrir una de sus “puestas” durante la mili. La piedra tenía un tamaño tal que se le quedó atascada en la uretra con lo cual el médico militar introdujo una tijeras (por ahí… hasta que pudo machacar la piedra). Por supuesto era La Legión. Supongo que a partir de ahí el umbral del dolor empieza a difuminarse.
Oyendo la voz de la experiencia (aunque con la cabeza llena de imágenes de tijeras, uretras, próstatas, guantes de látex…) me encaminé a mi destino esperando encontrarme con una especie de Hipócrates que me miraría y me diría "No hace falta ni que pases de la puerta... Tus fuerzas naturales, las que están dentro de ti, serán las que curarán tus enfermedades" y yo le respondería “A muy bien… que Asclepio le bendiga, muchas gracias. Adios”.

Pero la realidad fue…
-Toc, toc. ¿Hola?
- Adelante.
Un hombre joven me espera tras la puerta. Sentado frente a su mesa, escribe sin levantar la vista del papel.
- Ho… hola ¿Doctor V.?
- Si, es aquí. Ésta de vacaciones pero yo lo estoy sustituyendo – Me tiende la mano.
- Ahhhhh… DIOS MÍO, TIENE UNA MANO ENORME ¡DESPROPORCIONADA! PERO, PERO…SUS DEDOS… SON ¡COMO SALCHICHAS JUMBO! NO IRÁ A... NO PRETENDERÁ... NO LE MIRES A LAS MANO... MIRÁLE A LOS OJOS... NO, NO, NO... MEJOR NO LE MIRES...
- Cuéntame ¿A qué vienes?
- Pues aquí… A QUE ME TOQUE UN POCO LOS HUEVECILLOS.
- ¿Cólico nefrítico? Bien, bien… vamos a verlo
- … ¿ASÍ? APENAS NOS CONOCEMOS ¿ES QUE YA A NADIE LE IMPORTAN LOS PRELIMINARES?
Se gira a lavarse las manos - Bájate los pantalones
- CREO QUE PODRÍA APUÑALARLE CON EL ABRECARTAS y LLEGAR A LA PUERTA ANTES DE QUE GRITASE.
- Eso es túmbate en la camilla. Veamos. La morfología está bien… el desarrollo es normal…
- ¿CÓMO? ¿CÓMO? ¿CÓMO? ¿MORFOLOGÍA BIEN? ¿ES QUE LO DUDABA? ¿NO LO PARECÍA O QUÉ? ¿QUË QUIERE DECIR QUE EL DESARROLLO ES NORMAL? QUERRÁ DECIR QUE EL DESARROLLO ES ESTUPENDO… ESPECTACULAR.
- Está bien
- VUELVA A MIRAR HOMBRE QUIZÁ NO SE HA FIJADO BIEN…
- Ahora dime… -Me presiona firmemente un testículo - ¿Te molesta?
- MMMMPFFFF… ¿CÓMO QUE SI ME DUELE? DOCTOR… ¡ME ESTÁ ESTRUJANDO UN TESTÍCULO!
- Bueno ya está.
- BUENO NO HA ESTADO TAN MAL ¿QUÉ… QUE TAL? ¿A VD. LE HA GUSTADO? ¿SE LO HA PASADO BIEN?
- Todo parece estar bien. Bebe mucha, mucho agua y blah, blah, blah…
- DOCTOR… ¿ME LLAMARÁ?




Le agradezco a este miembro de la comunidad médica su profesionalidad.
NO PUEDO ESPERAR A QUE ME MANDEN UNA REVISIÓN DE LA PRÓSTATA.

2 comentarios:

Luis dijo...

Profesor: Ja, ja, ja..divertidísimo, enhorabuena...lo de las tijeras supera a cualquier sonda urinaria! No hay color.

Qué ha pasado con el desafío Beta???? Ya nos hemos olvidado de los buenos propósitos??? YO NO. Sobre todo porque tengo buenas noticias....ya llevo un tercio del camino recorrido hacia mis -7 kg. Enhorabuena a MI!
Y ustedes??? Que???

Rebilated dijo...

No, no nos hemos olvidado de los buenos propósitos, de hecho estaba pensando un mail para nuestros con-proyectados (¿existe esa palabra?) o con-desafiados o como leches se diga.

Todo eso despues del proyecto de The Seeker, que le tengo en suspense desde hace ya casi dos semanas.