Hoy les tenía que escribir la segunda parte de “No me llames Dolores. Llámame Lola”. Pero es que a Fran le han dado un premio.
Fran es mi tío segundo aunque, por esas cosas de los escalones generacionales, incluso yo, que soy el pequeño de mi hornada, nunca he sabido muy bien si considerarle mi tío o mi primo.
Es bueno recibir este tipo de noticias ya que desde antes de nacer yo en el ámbito familiar el nombre de Fran siempre ha ido unido a “casa de socorro” y “puntos de sutura” (que si lengua colgando, que si ojo colgando, que si huevo colgando…). Siempre cuenta mi abuela como Fran volvía con la herida abierta y cabizbajo anticipando la bronca de su padre (el tío Pepe).
Según fue avanzando en la adolescencia, cuentan las crónicas, que la cosa cambió y no a mejor exactamente. Por una suerte de psicología inversa solo había que sugerirle a Fran que “no podía” o “que no debía” hacer una cosa para que él la hiciese. Además, si era posible, haciendo el pino*.
La familia decidió buscarle un empleo de provecho y le colocaron como “Botones” en una rancia entidad financiera en la que señores muy encorbatados trabajaban parapetados tras carteles con sus nombres: “Sr. Tal. Subdirector”, ”Sr. Cual. Subsecretario”. Fran, como no, se hizo un cartel que ponía algo como “Sr. Sevilla. Botón”. No, no ponía “Botones” y es que él aseguraba que era un individuo y que lo adecuado era el singular. Cosas de juventud. Ya empezaba a forjar su carácter de tocapelotas.
Hace unos años estaba en unas peñas, creo que era en la playa y alguien le debió decir “¿A que no saltas?” Y saltó. Y se rompió los pies. Y se quedó en una silla de ruedas. El médico le dijo que ya verían si volvía a andar con muletas. Tuvo mucha suerte y mucha fuerza de voluntad y volvió a andar (como Zebulón Makeijan eso sí). Creo que sigue haciendo pesas y saliendo a correr.
Fran es increíblemente generoso. En cualquier lugar del mundo donde esté destinado siempre nos ha abierto las puertas de su casa. En Jerusalén nos plantamos cuatro primos y una amiga suya con su madre al mismo tiempo. Colchones al suelo. Allí nos enseñó una ciudad maravillosa en la que convergen los odios y los amores de las principales culturas y religiones. Cuando estaba trabajando nosotros nos perdíamos por la ciudad y visitábamos los testimonios artísticos y arqueológicos, mientras tratábamos de distinguir entre etnias, religiones, tendencias políticas, etc. También nos planeó un viaje a Petra en furgoneta que fue impresionante. Para dar otra muestra de su carácter tocapelotil recuerdo como en el recinto del Santo Sepulcro estábamos haciendo la cola y nos dimos cuenta que las diminutas ancianitas que hacían la cola se daban relevos: unas guardaban el sitio en la cola mientras otras visitaban el resto de capillas. Así que decidimos hacer lo propio. Al rato nos vino un joven sacerdote ortodoxo para decirnos de forma cortante que nos saliésemos de la cola. Por supuesto Fran le pidió explicaciones. ¿Por qué nosotros? El guardián del santo sepulcro no le quería dar explicaciones así que Fran le persiguió por el sagrado recinto machacándole los oídos en tono calmado pero constante: ¿Era una norma? ¿Por qué nosotros sí y las viejecitas italianas no? ¿Era porque mediamos 1’80? ¿Porqué esos modos? La cosa terminó con el buen hermano gritando con voz de vicetiple: “¡No me diga cómo hacer mi trabajo! ¡Voy a llamar a la policía!” mientras arrastrábamos a Fran fuera del templo.
Fran no suele contar anécdotas del trabajo, en alguna ocasión, en alguna reunión comenta con sorna situaciones peligrosas o incomodas que haya sufrido. Nosotros nos reímos mucho pero cada vez que se va a cubrir un conflicto se nos encoge el corazón un poquito. Siempre me acuerdo de mi tía Elia (su madre y mi madrina, que para seguir a su hijo ha tenido que hacerse trotamundos), de Ángela (su compañera de siempre y enorme periodista y profesora, el nombre la viene de perlas porque, joder, lo que tiene que aguantar) y de sus hijos P. y J. (P. creo que quiere ser periodista y escritora. J. VA A SER patrón de barco).
Siempre le he encontrado cercano a la vez que independiente. Cuando estaba aquí en Madrid jugaba con todos los primos al fútbol 7 y, a pesar de su avanzada edad (es un pureta) seguía siendo el que mejor jugaba. Eso sí cuando jugábamos un partido de “solteros contra casados“ él se ponía a jugar y de repente decía “un momento ¿Pero en qué equipo estoy jugando?” y se cambiaba al de los solteros.
En vacaciones, con todos los sobrinos (veinteañeros) juega al fútbol, se rompe un dedo, sigue jugando, les placa, les da una paliza, luego nada con P. hasta la plataforma y vuelve, hace la comida, lee el periódico o un libro, se echa la siesta…
No piensen que es un superhéroe pero si es una superpersona. Le gusta vivir.
Tiene, como todo el mundo, sus cosillas: cuando la reunión la preside una botella de vino y a él le da por asesinar tangos la gente salta por la ventana, juega al mus muy mal, tiene la manía de aparecer sin avisar o avisar y no aparecer, a los primos y sobrinos nos demuestra su cariño dándonos una paliza…
*Esa es una de sus habilidades. Ahora que esta mayorzote no creo que pueda hacerlo pero para que vean de qué tipo de tipo estoy hablando les diré que se corrió una carrera popular y, llegando a meta, decidió entrar haciendo el pino.
En lo profesional:
Corresponsal de Radio Nacional de España, a cuya plantilla pertenece desde 1988.
La primera experiencia profesional se produjo en 1983, en Nicaragua. Durante la década de los ochenta cubrió las guerras en Centroamérica (Nicaragua, El Salvador, Guatemala) y las dictaduras del Cono Sur.
En 1990-91 cubrió la crisis y Guerra del Golfo.
De 1991 a 1996 viajó por los Balcanes cubriendo las distintas guerras en la Antigua Yugoslavia.
De 1996 a 2000 fue corresponsal de RNE en Oriente Próximo, con base en Jerusalén, cubriendo el conflicto palestino-israelí, la guerra del sur de Líbano, el conflicto integrista en Egipto y los bombardeos sobre Irak en 1998.
Desde septiembre del año 2000 es corresponsal volante de RNE y ha cubierto la caída del régimen de Milosevic en Yugoslavia, el terremoto de El Salvador, la caída del régimen de Fujimori en Perú, el fin del proceso de paz en Colombia.
Durante el verano de 2001 y en abril y mayo de 2002, ha cubierto la reinvasión de la autonomía palestina por las fuerzas israelíes.
De septiembre a diciembre de 2001 fue enviado especial a Pakistán y Afganistán, siendo el primer periodista español en entrar en Kabul y el primero en transmitir desde la capital afgana tras la caída del régimen talibán.
Enviado especial de RNE en Irak.
Fran Sevilla es nombrado Delegado de RNE en Costa Rica y Corresponsal de RNE en el área Centroamericana el 1 de enero de 2007.
PREMIOS PERIODÍSTICOS 2001-2002
Premio Víctor de la Serna al mejor periodista del año 2001; Premio Anual Derechos Humanos en la Rama de Periodismo por su trayectoria en defensa de los valores de la libertad y en la especial atención dedicada a las víctimas de los conflictos, otorgada por la Asociación Pro Derechos Humanos de España; Premio Cirilo Rodríguez que reconoce la labor de enviados especiales y corresponsales españoles que realizan su trabajo en situaciones especialmente difíciles y de riesgo; y Premio a la Libertad Luis del Olmo por la defensa de los valores de la libertad y la tolerancia.
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5 comentarios:
Así que no servirá de nada decirle que se Relaje. Que no haga nada más. Que cuando quier vaya a ello.
Guau... ¿Te he contado ya que tu tío/primo y yo tuvimos un "incidente verbal" en 2003?
Ese mismo año le dieron el Ortega y Gasset a la mejor labor informativa, junto a los demás periodistas españoles que cubrieron la guerra de Irak.
Estimado E:
Pues siiip, no sirve de mucho decirle nada... aunque está bastante más relajado.
Querida srta. Be:
Je, je... no sé por qué pero incoscientemente sabía que esto iba a ocurrir . Ale, otro a la lista. ;) (ya me contará como fue)
Pues...joder! Me encanta la radio desde siempre. Y si, le conozco de escuchar sus crónicas en Radio Nacional! Qué bien...en mi familia el personaje más popular fué mi bisabuelo Vitoriano que se fué a Cuba a cortar caña y volvió más pobre de lo que se fué... en fin, enhorabuena a los premiados! (de todos modos, esperamos la segunda parte de su incidente genital!)
¿Otro incidente u otro premio?
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