lunes, 13 de diciembre de 2010

¡Hágase la radiación electromagnética en una longitud de onda determinada entre el espectro infrarojo y el ultravioleta!

Protones, neutrones y electrones. Son los componentes de todo átomo. Dependiendo de su proporción el resultado es un elemento atómico u otro. Y, pese a que hasta hace no mucho se consideraban indivisibles, en realidad son nuclearmente bastante drogodependientes y muy cabezotas.

Se pueden re-combinar y alterar mediante procesos químicos, y aquí podríamos copiar y pegar algo de chapa infumable de la wikipedia sobre aleaciones, isótopos y transmutación atómica, pero os lo ahorraré.

Quedáos con el concepto de que el hidrógeno es el más simple de los átomos y compone aproximadamente el 90% de la materia del universo actual. Y digo actual porque en sus primeros segundos de vida probablemente fuese el 100%. En aquella nube de densidades irregulares y temperaturas inimaginables los pequeños cabroncetes empezaron a juntarse. A juntarse realmente mucho, rollo metro de Tokio en hora punta, y surgieron las estrellas. Y estrellas, que eran muy tochas, empezaron a acaparar más hidrógeno por la gravedad, y tal.

Y es en el interior de las estrellas donde la cosa empezó a ponerse realmente jodida, y todo era un despiporre porque la presión y el calor eran tan tochos que superaban la drogodependencia nuclear de los átomos -el calor hace que las partículas de los átomos se muevan tan rápido que venzan a la propia fuerza nuclear que los une, amén de que rebotar unos con otros también ayuda un huevo-, y la peña empezó a ponerse realmente guarra, todos ahí, juntandose los protones, perdiendo los electrones, y... bueno, os imagináis la sordidez impúdica de los pequeños mamones.

Básicamente, una estrella es una cantidad absurdísimamente ingente de hidrógeno muy apretujado en constante estado de fusión, y la orgía es tal que no para de salpicar de todo. Radiación electromagnética (¡luzzzz!) por de pronto, ya que cuando los átomos, neutrones y electrones se recomponen en nuevos elementos hay una considerable pérdida de energía -mandanga de la buena, buena-, que a algún lado ha de ir a parar.

Con el tiempo, parte del hidrógeno original ha dejado de serlo y se ha convertido en cosas más indigestas, complejas y pesadas -principalmente helio-, y eso es una movida que te cagas, porque a la estrella termina por darle un amarillo chunguísimo, se convierte en una gigante roja, y se lleva el Scatergories. Y si es un par de veces mayor que nuestro modesto Sol puede tener tal cantidad de hierro dentro que pega un pedo brutal. Las llamadas supernovas.

Para que os hagáis una idea, desde que se inventó el telescopio no ha habido ninguna supernova en esta parte de la vía láctea. Pero en el siglo 11 se registró y documentó una. Lo que ahora es la nebulosa del Cangrejo fué una estrella que pegó tal pedo que se mantuvo visible en el cielo durante 22 días.

Cuando una supernova peta, se forma una nebulosa y se llena el espacio alrededor de todos esos nuevos elementos que se fueron formando en la estrella. Y vuelta a empezar. Las nebulosas son criaderos de estrellas.

Total. Que de esas venimos. Los protones, electrones y neutrones que conforman nuestro Sol, nuestro mundo y a nosotros mismos son los mismos cabroncetes que existían al principio de todo. Puede que vuestro DNI diga que tenéis treinta años, pero en realidad tenéis trece mil setecientos millones.

Así que sois el propio universo tomando consciencia poco a poco de sí mismo. Respirad hondo, asumidlo, y avergonzaos de tener el cuarto como lo tenéis.

Ah, y sobre todo consideradlo la próxima vez que alguien os cuente lo estupendo que se cree ese tal Jesús del que tanto se habla en estas fechas.

Y ahora, un poco de humildad solar:

6 comentarios:

Te susurraré... dijo...

Ahora que he asumido y tomado conciencia de que soy el uiniverso, me voy a ordenar mi cuarto, jajaja.

Y el tal Jesús la próxima vez que se ponga a presumir, le bajo los humos en un momento.

Illuminatus dijo...

¡Joder, negro! Que esta mierda es peligrosa: luego aparecen los de la nueva era con toda su mierda de que somos polvo de estrellas y toda esa chapa y me joden el día. Bastante mierda que todos mis putos átomos sean de segunda-billonésima mano, coño.

Profesor Negativo Junior dijo...

Ya, pero ¿Quién ha creado todo eso? Tiene que ser enorme ¿Y quién ha creado los pájaros? ¿Y los pájaros enormes?

Salamandra dijo...

bufff cómo me pones cuando te pones divulgativo ...

;-)

Somófrates dijo...

Te susurraré, si eres como la de tu foto el cuarto te lo ordeno yo si quieres. Todo sea por la ciencia.

Illuminatus, lo peor es que los átomos que hoy conforman sus culos podrían ser el mes que viene los que conformen tu cerebro. Jodido, ¿eh?

Herr Proffesor, ¿cómo que quién ha creado todo eso? Pues Arturo Pérez Reverte, claro.

Salamandra, pues que sepas que también bailo como el mismísimo Stephen Hawking...

pseudosocióloga dijo...

A la niña de mis ojos(4 añitos)le ha encantado el vídeo, lo único, que le ha chocado que no saliera Kripton, yo me quedo con la música de Blad runner y tus comentarios a los comentarios.