jueves, 16 de diciembre de 2010

Curados de espanto

Curado:
Participio del verbo Curar.
Curar:
-intr. y prnl. Sanar, recobrar la salud.
-tr. Aplicar al enfermo los remedios correspondientes a su enfermedad para que sane.
...

-Curtir Pieles.

Probablemente habéis oído hablar de "Los hombres que miraban fijamente a las cabras". Pese al título no se trataba de un tochazo detectivesco con denuncias a la misoginia, pero me gustaría pensar que si Stieg Larsson no hubiese muerto, alguno de los diez libros que pretendía escribir habría terminado llamándose algo así.
Los hombres que odiaban a las mujeres pero miraban fijamente a las cabras.

La película era mas bien olvidable, una ficción más bien humoristica sobre experimentos parapsicológicos en el seno del ejercito norteamericano, basada en un libro. Probablemente también habréis oído hablar del libro pero si visteis la película, decidieseis manteneros alejados de el. No lo hagáis. En el libro, Jon Ronson explora los mismos hilarantes y chuscos temas con los que se articula la película, pero excava un poquito mas para hacerse una inquietante pregunta; ¿No será todo lo ridículo, todo lo estúpido que hemos ido oyendo durante décadas... un velo puesto ante nuestros ojos?

Esa noción se ilustra con la historia de Frank Olson y su hijo Eric.
Frank murió en el 53 y la vida de Eric ha girado durante décadas en torno a explicar las circunstancias y motivos que llevaron a la muerte de su padre. Tras tantísima investigación, con confesiones documentadas y excusas presidenciales incluidas, Eric hoy puede afirmar que:

-Su padre colaboraba en la investigación sobre el uso del recién sintetizado LSD como herramienta de modificación de la conducta.

-Su padre expresó dudas de carácter ético al respecto.


-Su padre murió a consecuencia de que le administraran LSD en condiciones que se suponía le llevarían al suicidio, arrojándose por la ventana de una habitación del hotel Astoria de Nueva York.


Desde una de las de arriba.

Todo está demostrado, Eric incluso tiene una foto con un presidente norteamericano, tomada el día en que el gobierno pidió excusas a la familia Olson, décadas después de la muerte de Frank. Sin embargo Eric no ha logrado que su caso reciba atención mediática. Si convoca una rueda de prensa para revelar pruebas documentales de que la CIA mató a su padre, los periodistas le responden "Bueno... todo el mundo sabe que la CIA mata gente ¿no?". Lo cual sería cierto de no ser porque la muerte de Frank Olson es el único asesinato documentado de la CIA, el único que se puede afirmar a ciencia cierta que cometieron.



Este no es Julian Assange. Este es Bill Hader parodiándolo muy bien en el SNL.


Este si es Julian Assange. Supongo que podría explicar que es Wikileaks pero como asumo que nadie vive en una cueva, que todos leéis, oís o veis algún tipo de información, me lo voy a ahorrar. La reacción a nivel global ha sido tremenda, acojonante, cojonuda...

Solo que no lo ha sido.

Las revelaciones que mas atención han recibido son las mas intrascendentes, las mas estúpidas. Desde el morbo amarillesco de saber a quien llaman gordo, loco o calvo al catetismo ilustrado del saber que dicen de nosotros, esa indignación fingida que esconde gustirrinín por saber que se te menciona en las altas esferas y que, al fin y al cabo, existimos. Y una vez terminado eso, la reacción es un "Bueno ¿y qué?" enorme. Periodistas o gente de la calle se toman con pasmosa naturalidad el asunto. Los secretos no solo son justificables sino necesarios y el público no necesita saber que hace su gobierno. La gente ya asume que si levantas esa tapa va a subir olor a podrido. Si no huele no sabemos que pasa y por tanto no pasa.


Y así tenemos a muchos (allí, pero también aquí) periodistas, teóricos adalides de la verdad necesaria para que los votantes juzguemos el trabajo de quienes nos representan, despreciando como irrelevante a Assange o incluso denunciandolo como elemento desestabilizador del apropiado mecanismo de los estados. Incluso reclamando que se "haga algo" al respecto, que se le haga callar, que se le encarcele, que se le mate, por el crimen de desvelar secretos que todo ciudadano debería reclamar para poder ejercer su voto.

De hecho, un creciente número de personas que se tienen por gente con sentido crítico han empezado a denunciar a WikiLeaks y a Julian Assange como peones de la CIA y a sus "triviales" revelaciones como una cortina de humo que distraiga a la gente de los verdaderos secretos que esconden las entrañas del poder. Secretos como el Área 51, la verdadera autoría del 11-S, los Chemtrails o los helicópteros negros del Gobierno Mundial en la Sombra. Secretos divertidos, no esa mierda sobre presiones diplomáticas para beneficiar a Visa y MasterCard. Todo el mundo sabe que los gobiernos hacen esas cosas ¿no? Estamos curados de espanto.

Curar: Curtir pieles.
Curtir: preparar y tratar las pieles para convertirlas en cuero. Endurecer.

3 comentarios:

Chache dijo...

Si lo del Watergate se diera ahora a Nixon le hacían un monumento, vaya. Y lo más divertido del caso es que no solo va a ir a peor, sino que no hay otro planeta al que huir.

No me sorprende que hayan salido tantos voluntarios para la misión a Marte sin retorno.

pseudosocióloga dijo...

Llevo un mes esperando que escribieras sobre "Wikileaks" pero no esperaba este enfoque.Lo gordo, es que nada nos sorprende, eran secretos a voces, todos sabíamos lo que se cocía y ahora nos lo demuestran ¿y?.Para seguir con nuestra conciencia tranquila nos entretenemos en defenestrar al que intenta sacudir nuestro sentido de la ética pero el ser humano es"mayormente asín", de mirar para otro lado cuando no asesinar al correo de las malas nuevas.
Es patético lo de las denuncias por abusos, yo las metía a ellas con el enmascarado de "Pulp
fiction", no..... .me he "pasao", pero es que con acusaciones tan variopintas joden al resto de mujeres que de verdad sufren abusos.

Illuminatus dijo...

Pasividad, sumisión y unas tragaderas de dimensiones épicas. Cada vez estoy más convencido de que vivimos en la versión capitalista de 1984.