jueves, 25 de noviembre de 2010

Kill your idols

Mengano necesitaba que alguien le salvase de sí mismo.

Mengano siempre hablaba de lo que esperaba de los demás, de sus ganas de ser feliz a través de otros.

Lo normal. Sería extraño ver a alguien hablando sobre lo que espera ofrecer él mismo a los demás.

El mundo no funciona así.
¿No?

Hace unos días Fulano, en un derroche de insoportable humanidad, le soltó a Mengano dos obviedades.

Mengano, erecto y desbordado por la abrumadora trascendencia del momento, pasó a considerar a Fulano un Dios caminando entre hombres.

Un príncipe entre ladrones.

Antes de darse cuenta, Mengano tuvo que llamar a la enfermera porque se había vuelto a cagar encima.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Juas, una cita mamaladillesca.

Unknown dijo...

Ai que mi intelecto no llega a tanto. No soy tonta pero no llego a ver el mensaje...

Besitos igualmente, por antipática que no sea,jejeje

pilar dijo...

Joe, yo también estoy fatal....no lo pillo.
Que mal, será que el tinte rubio me está empezando a llegar a las neuronas?

Somófrates dijo...

Miren blogs -o similar- y háganse una lista de gente que habla sobre lo que esperan y/o reciben de una relación (de cualquier tipo).

Hagan lo mismo con los que hablan sobre lo que pretenden aportar a dicha relación.

Goleada.

El tema era el individualismo y la ilusión de auto-respeto, aunque reconozco que un bastante sui-géneris, sí.

Y mamaladillesco también, ahora que lo dicen...

una gata en jerusalem dijo...

¿mamalaqué?

Amanita Phaloides dijo...

Espeso como puré de guisantes. Volveré con un par de Gin Tonics en el cuerpo, siempre que abren a otros universos.

Barbijaputa dijo...

No sé qué es lo que no entendéis, yo lo veo muy claro.

Parafraseo;

Mengano necesitaba alguien (...)
Fulano, en un derroche soltó a Mengano dos obviedades. Mengano, erecto... pasó a considerar a Fulano un Dios caminando entre hombres.Un príncipe.

Somo se nos ha enamorao de un galán. Queremos foto.

Somófrates dijo...

Uy. Ni eso. A mí me tiran más dos tetas que dos obviedades.