viernes, 21 de mayo de 2010

Gente choripollas

PRÓLOGO.

- ¿Somopapá de Somofratia?
- Sí, soy yo.
- Hola buenas. Mire, le ofrecemos la posibilidad de hablar con su móvil quinientos minutos al mes con todos los operadores de telefonía por 15€.
- No, gracias, afortunadamente ya tengo trabajo.
- ¿Cómo?
- Además, 15€ por tener que hablar quinientos minutos con todos los operadores me parece una miseria.


EPISODIO 1: FINALBOSS (epifanías de Mónaco con voz en off entre asteriscos).

- ¿Somófrates, has visto ya Príncipe de Persia?
- No. Igual voy esta noche a verla. *¡Socorro! ¡Me está hablando!*
- Yo la vi ayer.
- Ahá. *La estrenan hoy, así que no voy a preguntarte*
- Once gigas.
- Hala, cuánto. *Voy a hacer como que tecleo, a ver si pasa de mí*
- Claro, es que el formato Blueray Matroska es lo que tiene. Sólo Avatar pesa más.
- Qué cosas. *Vale, quédate muy quieto, Somo. A lo mejor se guía por el movimiento, como el T-Rex*
- Es que como tengo un sistema BOSE no me conformo con un simple rip de DVD.
- Qué guay. *¡MATADME, POR DIOS!*
- Reciclé los altavoces de un equipo NAKAMICHI DRAGÓN que me compré en los 80.
- Uala. Pepino. *Yo iba al colegio y grababa juegos de spectrum en TDK y las rebobinaba con un bic, gilipollas*
- Sí, recuerdo el día que fui a comprarlo a la calle Barquillo. Me grabé una cinta con cuatro canciones para probar el equipo en la tienda.
- Lógico. *Hay que ser imbécil. El de la tienda fliparía con semejante palurdo*
- Si lo vendiese hoy, con los altavoces y el ecualizador, me darían por lo menos cinco mil pavos.
- Vaya joyita. *Cinco mil cacahuetes te daba yo*
- Recuerdo que tenía un auto-reverse superchulo, porque salía la pletina entera.
- Qué movida. *Cogeré este portátil y me levantaré como para fingir que realmente tengo cosas que hacer*
- A los pocos años compré el reproductor de CD, y me vovlí a grabar yo uno, para comprobar la distorsión in-situ, que estos del Corte Inglés a la mínima te engañan.
- Sí, son muy poco profesionales. *Claro, todo el mundo sabe que la electrónica del Corte Inglés es como Sandías María: las robamos de noche y las vendemos de día*
- Ahora estoy pensando en comprarme una bicicleta de seis mil euros.
- Bueno, adiós *¡¡¡Corre!!!*

Creo que se me ha notado demasiado. Pero es que no puedo evitarlo, este tipo me recuerda demasiado a alguien...

6 comentarios:

Adrian Daine dijo...

¿Sabes? Si hubieras estado manejando un Mac, el tipo habría supuesto que no tienes ni puta idea de informática, que tratar de impresionarte con esa temática es una tarea inútil, y bueno, te habrías quedado sin post, pero te habrías evitado este momentazo.

Pétalo dijo...

Que guay es teneer unos sentidos tan refinados que necesites cosas más grandes/caras/dificilesdeconseguir para llegar al mismo nivel de satisfaccion que los demás. Son todo ventajas!!

pseudosocióloga dijo...

De tal palo tal astilla aunque la generación de nuestros padres es de otra madera,¿Esto que acabo de escribir es una contradicción,no?Es lo que tiene el refranero, que es incoherente como la vida misma.

Somófrates dijo...

Adrián, de hecho ese tipo pretende ponernos mac porque dice que absolutamente todo en esta empresa está mal hecho (eso sí, que hayamos pulverizado las espectativas de dirección año tras año da igual, el lo va a arreglar todo).

Pétalo, ya sabes: dime de qué presumes...

Pseudosocióloga, pese a ser mayor que yo, no creo que pudiese ser mi padre. Y de madera no sé si será, pero tarugo un rato.
(¿Qué tal su viaje por las profundidades del blog, por cierto?)

Amanita Phaloides dijo...

Somo: esos síntomas que describes son malos, malisíiiiiimos... Me espanta que esos seres tengan tanto margen de maniobra y que les consientan tamaña insensatez, cuando a los demás los tienen como los tienen, al borde del colapso personal o laboral, porque ellos lo valen... ¡Me indignan!

Oye, me voy a poner a jugar yo al Mass Effect 2, aunque lo mío sea un portátil y no un mega-pepino como el tuyo, seguro que me sienta bien.

¿Me habrá subido el azúcar con tanta indignación?

Somófrates dijo...

Señorita Faloides, si ha visto usted alguna vez la versión americana de la serie "the office", le diré que en mi vida profesional me he cruzado con demasiados Michaels Scott como para considerarlo una mera coincidencia.

Si no ha jugado al Mass Effect tenga paciencia con la historia, al final verá cómo mirará también con desprecio cualquier guión cinematográfico moderno y clamará justicia.