La Maldad no se ciñe a valles ni montañas sino que viaja con nosotros, así que El Hombre Malo se fue a uno de los sitios donde más gente (y por tanto más maldad) se puede ver: Nueva York.
En los labios una canción, en el corazón una esperanza, en la cartera unos ahorrillos y en la cabeza una lista de la compra, que se puede resumir en:
-Comprar camisas de bolos.
-Comprar una ingente cantidad de porno.
-Comer mucho.
Tras cinco días, ansiando una amputación de pies pero más sabio, puedo afirmar que:
-En Manhattan no se juega a los bolos. O se juega poco. En cualquier caso, y tras hacerme entender (Bowling shirts?... What?...Boooowling shirts... oh, you mean Bowling Shirts!), averigüe que los bolos eran cosa de New Jersey o Brooklin. Pese a todo logre hacerme con algo muy parecido a esto...
-Que aparecer con 150$ de comics eróticos y fetichistas en el mostrador de una céntrica tienda, justo el día en que se celebra el Free Comic Book Day y todas las marujas llevan a sus churumbeles a rapiñar ejemplares gratis, es inoportuno. Pero si además lo haces dejando la pila de tebeos sobre el mostrador mientras preguntas "how much do I owe you for this pile of smut?", la dependienta nerdy-pero-mona se reirá, pero las tres madres negras a tu espalda querrán apuñalarte.
-Que siempre hay un pez más grande en el estanque. Si uno se veía a si mismo como un Pantagruel capaz de engullir como un campeón, encontrarse con las raciones que sirven en América supone un jarro de agua fría. O de salsa. Pero fría en cualquier caso. Y es que Si uno se pide una sopa de judías y escarola de primero, no espera que se la sirvan en algo parecido a lo que usas en casa para servir ensalada para cuatro. Y así todo. Pero todo riquísimo. Los imbeciles que con aire de suficiencia hablan de lo mal que se come en América son los mismos que aquí no pasan de pedir el bistec con patatas y la tarta al wishky. A poco que se sepa buscar, en Niu Yor se come de putísima madre. Desde mi corta experiencia yo recomiendo:
-Gallagher's Steak House: la casa del filet mignon, en el meollo del distrito de teatros. 70 y muchos años de carne cojonuda y cosas de mar.
-Rosie O'Grady, al parecer típico sitio donde ir tras salir del teatro. Irlandes... todo lo que probé estaba cojonudo, pero la verdad es que me decante por dos cosas que había oído mencionar en la tele y el cine de toda la vida y nunca había probado: el shepherds pie (del que me sirvieron una fuente de las que en mi casa usamos para hacer lasaña para cuatro) y el pastel de nueces de pecán.
-P.J. Clarke's ... la mejor hamburguesa que he comido en mi vida. El mejor pastel de manzana también. Tienen un mostrador de ostras frescas, que al parecer son muy típicas de allí, pero dudo que si alguna vez vuelvo me resista a repetir la hamburguesa.
-Angelo's: en el centro de Little Italy... al parecer para cenar hay que pedir mesa con meses de antelación, pero nosotros fuimos a las dos de la tarde y sin avisar para comer "a la española" y no tuvimos ningún problema. TAN típico que uno no sabia si era un montaje o si realmente el cliché refleja la realidad, pero la comida era cojonuda. Aparte de la estupendísima sopa que mencione mas arriba, alcachofas rellenas, y pasta como la que ves preparar a los mafiosos en las películas. Eso si, en raciones que si no te matan de infarto, sirven para enterrarte con ellas.
...estos eran los sitios "centenarios", los de toda la vida, porque luego fuimos a Gotham, Haru y ViaBrasil y en todos sitios nos dieron de comer como Dios. Y de los desayunos ni hablo...
...¿cuenta este post como un reporte del Desafío Beta?
4 comentarios:
¿A que no hubo gónadas de probar el legendario café norteamericano (jiu jiu jiu...)?
Viendo los precios del Chistu, igual habría que mirarse los precios del viaje...
Qué maravilla. Tomo nota. Gracias por el post, porque yo en agosto me voy para allá.
Es usted lo peor, Hombre Malo. Le tenía por una persona con gusto. Lo de las camisas de bolos me ha matao.
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