jueves, 3 de enero de 2008

Semperfi

Pese a ser un fracasado, un muerto en vida, un charlatán sin oficio, un poeta maldito y un Dorian Gray al que han cambiado el retrato por una paragüera, hasta la última de las mitocondrias, ribosomas y flagelos que componen mis células están de acuerdo conmigo en que componemos un organismo complejo y fascinante al que nos gusta denominar “un hombre de ciencia”.

Pero pongámonos serios.

El otro día, charlando con Marilyn de camino a su casa, saltamos como párvulos embotados de lleno sobre el charco de la religión y la moral. Admiro y envidio a toda persona capaz de asir un teorema, cual fuere, sin tener que pasar por el proceso lógico, frustrante y autodestructivo que todo científico lleva a cabo cuando cree haber encontrado un principio, un ascua, un jirón de verdad. Cualquier cosa que hay que retorcer y machacar hasta comprobar por todos los medios posibles que es cierta, se cumple, y es verdadera.

Dicho esto, dejaremos a un lado el análisis de lo que podría suponer que yo fuese por ahí diciendo que soy un extra terrestre, además de mi propio padre y un ave columbiforme, y tan sólo nos ofuscaremos momentáneamente con el hecho de que la hazaña de haber dividido el átomo palidece junto al dato de que mil quinientos millones de seres humanos corroboran que alguien es (o fue, indistintamente dado el añadido carácter de ser omni-temporal) un extraterrestre, además de su propio padre y un ave columbiforme. A todo esto, científicamente denominado “modelo dado por extra-terrestre-que-es-su-propio-padre-y-ave-columbiforme en la familia de Nazareth” hay que añadir un buey, una mula, un pesebre y tres jerarcas persas. Esto es así.

Pues bien, yo no tengo nada en contra de toda aquella persona que en su casa quiera vivir con un buey, una mula, un pesebre y tres jerarcas persas. Si usted paga su hipoteca y la comunidad, de puertas para adentro eso es incuestionable, señora mía. Si usted cree en los evangelios, es cosa suya, no seré yo quién lo tilde de problema o de bendición.

No obstante, en esos días de frío, cuando llego a casa y me cambio los zapatos, pongo un disco de BB King, enciendo mi lamparita de lectura y me zambullo en el eterno debate interno que todo ser humano debería sufrir entre la física cuántica y la física relativista, una imagen se me aparece y bloquea todo posible proceso mental: Benedicto, asomado a su balcón, somewhere over the rainbow, con su trío ADSL de telefónica repartiendo su ancho de banda entre el e-mule, el extra terrestre que es su padre y un ave columbiforme, y una concentración por la defensa de la familia (buey, mula, y reyes persas mediante) jodiéndome la siesta a escasos metros de mi ventana. Susan, te oigo pero no te veo –digo al cielo mostrando las palmas de mis manos. Hasta que me asomo a la ventana.

Si te viola un tarado babeante y maoliente, debes dar a luz y traer al mundo el fruto de esa sagrada unión. Si a tu marido le da por practicar el mortal-kombat entre tú, tus hijos y un cenicero de mármol, no debes caer en las diabólicas redes del estado laico y su divorcio exprés. Si alguien dice a tus hijos que hay gente que vive sin bueyes, mulas y reyes persas en sus casas, en tu mano está el salvar su inmortal alma antes de que algún sodomita enturbie su destino de convertirse en prístina herramienta de la gloria del Señor. Todo lo que se aleje de esto, es atentar contra la constitución y la democracia. O eso dicen los mismos que acusan a los padres de vestir provocativamente a sus hijos de lascivos monaguillos (pérfidos “lolitos” de sacristía que están costándole una fortuna a la santa sede en compensaciones económicas con tal de evitar juicios públicos). Por no hablar del sida en África.

Por supuesto, tanto mi postura como mi alocución puede ser certeramente tildada de cínica y demagógica. Claramente desvarío columpiándome desde el oncocitoma renal hasta el genocidio del tercer mundo, pasando por Paco Clavel. Para evitarlo, es imprescindible separar fe de iglesia. En serio, reconozco que es inútil discutir sobre la fe de la gente; es algo tan personal que no puedo por menos que defender su derecho a tenerla y a desesperarme por no entenderlo. Lo que ya me palpa la genitalia son las ganas de un órgano de poder marchito y canceroso que pretende imponerme un estilo de vida que no es el mío, amén de tildarme cada vez que tienen la oportunidad de inmoral por no doblegar mi libre albedrío ante el suyo. Sus derechos han de ser mi obligación; no conciben lo contrario. No pueden. Tendrían que pararse para pensar, y eso es clara muestra de un espíritu débil.

Gentes de fe del mundo, oídme. Desde abrazar el taoísmo en plena partida de arkanoid, hasta al haber perdido a una hermana a manos de una extraña secta, pasando por el análisis de datos históricos que aseguran que San Nicolás no usa ropa interior, os aseguro que mi faceta espiritual rebosa pletórica de experiencias enriquecedoras, y yo os puedo asegurar que si no queréis abortar, no tenéis que hacerlo. Si no queréis ser homosexuales, no tenéis que serlo. Si no queréis divorciaros, no tenéis que divorciaros. Pero, por el amor del extra terrestre que es su padre y un ave columbiforme, dejad de bailarle el agua al hatajo de paletos que gobiernan el pan de oro Vaticano (amenazado día y noche por una muchedumbre homosexual y “uterocida” -¿”fetocida” mejor?- sedienta de sangre, por lo que parece).

O, al menos, dejadnos vivir en paz. Coño ya.

PD: Y no, no pensamos compartir nuestro mapa del genoma humano con ninguna organización integrista, ya sigan a un cabrero afgano o a un alienígena belenita. Pesaos.

PDD: Lo más indignante es que sólo los pijos se pueden manifestar en Madrid con urinarios públicos pagados de mi bolsillo. Si les preguntas, te dirán que son para la cabalgata de los jerarcas persas, claro. Que Esperanza Aguirre viva en perfecta simbiosis con Jesús no es motivo de sospecha, sino de regocijo. Malpensaos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Brilliant!

Lo del otro día fué un grito desesperado. "Iglesia S.A" reduce su número de clientes a medida que se incrementa el nivel cultural e intelectual de los mismos.
Yo creo que es bastante significativo.
Los únicos que se quedan dentro y a la vez tienen cierto nivel de formación es porque de alguna u otra forma "sacan tajada".
De todos modos...este sistema "piramidal" caerá por su propio peso.
Un saludo.

E. Martin dijo...

Aquello seguirá siendo el feudo de Espe mientras los que tienen la posibilidad de echarla en unas elecciones sigan pasando de ir a votar.

Y, como en caso de Bush, me gustaría que todos los que tenemos que sufrirla pudieramos votar en sus elecciones.

Profesor Negativo Junior dijo...

Vaya, vaya... buen intento Don Somófrates... el post está bien pero si lee bien el Desafío Beta dice claramente: "a Somófrates le vamos a motivar, apoyar, violentar, etc. hasta que escriba un post como Dios manda"
Definitivamente Dios no manda esto así que pongase a trabajar en otro post inmediatamente antes de que entremos por la ventana como el espiritu santo y tratemos de fecundarle para traer un nuevo mesias al mundo.
Ale, a trabajar.

P.D: juer, me ha quitado la idea. Ahora tengo yo que darle otra vuelta al comentario que estaba pensando...

Anónimo dijo...

Profesor negativo...no se le ha ocurrido nada mejor que lo de los perros para desafiarme? Tenga en cuenta que, por mi profesión el manejo de los animales no tienen ninguna dificultad para mi! Asi que con ese tipo de estrategias "pincha en hueso" conmigo. Je, je, je... yo sigo con mi reto personal. Me voy a quedar con un tipín te torero que ríase usted de Antoñete en su trigésimo cuarto regreso al mundo taurino!!!!