Últimamente he leído un par de comentarios favorables y halagadores sobre la última película de Alex de la Iglesia: Los Crímenes de Oxford. Esos comentarios me obligan moralmente a darles la chapa para mantener el equilibrio entre las fuerzas ordenadoras del universo.
Las películas de Alex siempre las he encontrado irregulares. Me refiero tanto a ponderándolas entre ellas dentro de su trayectoria como en su desarrollo singular (vamos irregulares dentro de su estructura individual, que tienen altibajos vaya). Las hay que considero interesantes y arriesgadas por lo que supusieron dentro de un determinado contexto del cine español (“Acción Mutante”), otras me parecen sobrevaloradas pero graciosillas (“El Día de la Bestia” una original muestra de Humor Tuno, la interesante pero fallida “800 balas” y la perfectamente olvidable “Crimen Ferpecto”), otras desastrosas y sonrojantes (“Perdita Durango”), con otras disfruté mucho (“La Comunidad” o “Muertos de Risa”, que no acaba de ser una comedia).
Pero el crimen… quiero decir la película de la que les voy a hablar hoy es “Los crímenes de Oxford”. A la hora de enfrentarme a ella posiblemente ya llevaba ideas preconcebidas dado a la gran promoción que se ha hecho de ella.
En cualquier caso, tras disfrutarla, más que una opinión lo que tenía eran muchas preguntas. Creo que la película gira alrededor de dos cuestiones fundamentales: El Mal y la Culpa.
Vamos, la película es mala de cojones. Ahora ¿de quién es la culpa? ¿Del escritor del libro por escribir la historia? ¿Del guionista por presentar las situaciones de forma deslavazada e incoherente? ¿De los actores, que alguno hay para matarlo? ¿Mía, por ir a ver la película?
Aviso Spoiler –
No es que vaya a contar nada fundamental pero, por si por error u omisión quisieran ir a verla, tengan en cuenta que voy a comentar detalles concretos de la película.
Se abre el telón. Se ve a un hobbit que llega a estudiar a una casa donde hay dos locas (una mayor y otra ninfómana/melómana) y una réplica de una máquina codificadora “Enigma”. Aburrido se va a jugar al squash él solo a una cancha que ha dividido en muchos sectores sobre los que ha pintado diferentes formulas matemáticas (¡Oh, que genio!). Se ve aparecer a una sudada moza que intuyendo que “el pequeño” no ha venido a cazar osos decide ir al tema. El dialogo exácto no lo recuerdo pero su esencia es:
Leonor: ¿Vienes a jugar solo? Bonita raqueta…
Hobbit: Pues deja QUE TE LA META…
Vamos, la situación era de película gonzo. Hasta Ron Jeremy se sentiría violentado por la falta de preliminares.
A partir de ahí la situaciones se van cayendo de la higuera como brevas pasadas… qué si ahora hay un duelo dialéctico entre el endiosado profesor y el brillante alumno, que si ahora Leonor enseña las tetas en un remedo porno escatológico de la escena del tallarín de “La Dama y el Vagabundo”, que si pongo un compañero de habitación genial y loco que no aporta nada pero me apetece, que si pongo una cruda escena en la que enseño a un enfermo terminal y discapacitado desnudo porque me gustan mucho los maquillajes y los efectos especiales…
Entre todas estas tontunas hay crímenes, de ellos no les voy a hablar porque comprendo que hubiese algún buen parroquiano que quisiese ir eliminando uno a uno a los participantes en esta castaña. El final, en contra de la mayoría de las opiniones favorables que dicen que es flojito, remonta un poco el vuelo. No estoy siendo irónico. No me refiero a que lo mejor sea que la película termine si no que, por fin, se empieza a poner algo de coherencia en semejante disparate.
Destaco los títulos de crédito que están muy requetebonicos.
Se cierra el telón ¿Cómo se llama la película?
4 comentarios:
Profesor...tiene más razón que un Santo. ¿Sabe qué? Estas son las cosas que le hacen daño al cine español. Primero porque la peli es mala de cojones y segundo porque la promocionan tanto que acabas pensando que si esto es lo mejor es que ya todo está perdido. En definitiva... yo creo que la culpa es de Alex de la Iglesia que se mete a hacer lo que no sabe. Totalmente de acuerdo con su irregularidad, lo malo es que últimamente va a acumulando más mierda de lo que debería porque lo de Crime Ferpecto....uffff, qué bodrio!!!!
En fin, me pongo en su lado de la balanza (y lo mío son unos cuántos kg!)
Leonor: ¿Vienes a jugar solo? Bonita raqueta…
Hobbit: Pues deja QUE TE LA META…
Jajajajaja... Dios santo. Obí obá, cada día te quiero más.
¿Cuántas calorías se queman por carcajada?
Ah, lo bien que habría encajado el personaje de la Güatlin en la última de Mortadelo y Filemón...
No entiendo cómo había tanta gente babeando con Will Smith Es Leyenda y todo el mundo está poniendo a parir este bodrio con cuatro momentos buenos (que sólo por eso ya le gana por goleada a la cosa del Smith).
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