jueves, 10 de enero de 2008

¡Viva la gente!

En el Internado para Doctores Malignos al que fui compartí año con el Doctor Frankestein Jr. El resto de estudiantes le miraba con admiración por ser quien era pero yo no alcanzó a comprender la fama de su progenitor. Esta familia se ha dedicado a experimentar tratando de crear vida ¿Por qué?

Porque siempre han vivido en una casa unifamiliar. Encerrados en su chalet-castillo con su servicial Igor no conocen lo miserable que puede llegar a ser el ser humano en general y en concreto el vecino de una comunidad.

Mi padre, además de una marcada tendencia a la alopecia androgenética, me dejó un diminuto estudio en una hermosilla calle de Madrid. Una comunidad compuesta por medio centenar de vecinos que se llevan a matar, se joden unos a otros en cuanto pueden, son mezquinos y rastreros, no pagan las cuotas y se denuncian de vez en cuando.

Haciendo un enorme esfuerzo económico y emocional reformé el estudio a pesar de que no me subieron bajante de fecales hasta el piso (puse un Sanitrit, un váter con motor que suena como un Transformer), me dejaron sin telefonillo, entraron en la terraza sin permiso y tiraron un mueble…


El estudio tiene humedades y las va a seguir teniendo porque el tejado no tiene el aislamiento correcto. Por supuesto los vecinos que no tienen problemas no quieren arreglar el tejado. Así que me he resignado al siguiente procedimiento:

  • Detecto la humedad.
  • Se lo comunico a la administradora.
  • Se trata el tema en la siguiente junta. Suele ser a primeros de año. Siempre hay un listo que dice: ”eso es condensación del muro y no le corresponde a la comunidad”. Se acuerda que “cuando se seque” vayan peritos, lo miren y lo arreglen.
  • Van los peritos, lo miran.
  • Los peritos o los albañiles se van de vacaciones.
  • Vuelven y se cambian las tejas que suele haber rotas en el tejado.
  • Se llama a los pintores que no saben cuándo van a poder ir.
  • Van los pintores.
  • Llueve.
  • Sale humedad.
  • Vuelta a empezar.


Pero no son mis penas las que les quiero contar (ya me he acostumbrado), si no las de un nuevo vecino. Es un chico latino-americano que vive con su mujer (creo que polaca) y su bambino. Compró un estudio aún más pequeño que el mío. Llovió y se le inundó. Abrió el techo y, prácticamente, vio el cielo abierto: cañizo y tejas. Ni tela asfáltica ni nada.
Lo llevó a una junta de vecinos y le dieron un rato por culo: que si es por la reforma que has hecho, que si hay que verlo, que si se arreglará con tiempo… A todo esto él con el techo abierto.
Pero lo mejor es que hizo una petición para cambiar su puerta de entrada de lado. Se necesita unanimidad. Una vecina se negó “por estética” y otros se la unieron. Lo gracioso es:

  1. Los que se unieron no tienen que ver esa puerta para nada porque está en el último piso del edificio.
  2. La que se negó “por estética” unió varios áticos y cambió puertas. Fue autorizada por la comunidad hace bastantes años. A lo que no le autorizaba la comunidad era a cogerse los metros de pasillo que se cogió por toda la cara.


Con este panorama el nuevo vecino se ha decidido a denunciar a la comunidad. Creo que tiene las de ganar.
Se convocó una reunión extraordinaria en el portal el día 3 para ver si la comunidad debía ir a juicio o no. Cuando fui el día 3 no había nadie en el portal. Llamé a la administradora y no me contestó.
Cuando logré hablar con el presidente me comunicó que habían adelantado la reunión un día porque la administradora le había dicho que si no se podía contestar la demanda en plazo. La administradora no lo comunicó a nadie.
A esa reunión adelantada solo fueron unos pocos vecinos: El presidente (que trató de hacerles entrar en razón y evitar que se fuese a juicio) y, únicamente los vecinos que se habían negado.
Cuando el presidente, desesperado, les dijo que acabaríamos pagando los 3.000 € que se estaba gastando el demandante, los 1.500 € de contestar la demanda y lo que determine el juez estos amables vecinos se descojonaron.
- “Bueno, a repartir entre 52 vecinos. Una derramita al mes…”


Si un talento como el Dr. Frankestein hubiese vivido en esta comunidad en vez de tratar de crear vida hubiese ganado el Premio Nobel del Mal por su desarrollo desinteresado de armas de destrucción masiva.

4 comentarios:

querida_enemiga dijo...

Bravo por el desafío Beta.

Luis dijo...

Joderrrrrr....vaya sitio....es mejor vivir debajo de un puente (si puedes hacerte un hueco, claro).

El desafío Beta va bien..ya llevo 1 kg!!! (vale, vale..puede que sólo se algo de deshidratación...lo iremos confirmando!).

Profesor Negativo Junior dijo...

Buenos días Srta. Querida... digo srta. Enemiga... digo Srta. Querida Enemiga.

El Desafío Beta comienza hoy por la noche, aunque en realidad ya estamos entrenando.
Vd. también... ¡¡y lo vamos a publicar!!

querida_enemiga dijo...

Venga, pues muchos ánimos y, en cuanto a los vecinos... ¡¡ojalá que se gasten en medicinas lo que se ahorran en reformas!!