¿Por que no creerla? El título de este post no es irónico. No es que suscriba al 100% la noción marxista de la bondad inherente en el ser humano, pero si creo que la inmensa mayoría de la gente es buena. Con sus miserias, con sus cabronías, pero en lo fundamental compartimos una suerte de decencia que nos lleva a no hacer el mucho mal que somos capaces de hacer. Y también creo que la mayor parte de las putadas cotidianas se hacen con un buen motivo guiando al que las comete. O al menos tan bueno como su información y entendederas le alcancen. Podemos pensar que el pueblo alemán un día se levantó con el gen de triturar activado o podemos pensar que por diversos motivos, lo que hicieron era lo mas decente que creían poder hacer. Lo mejor no para ellos sino para todos, para el mundo.

Las buenas personas lo son porque pese a que todos tenemos ideas malísimas, crueles y malsanas (¿O solo me pasa a mi?) optan por no llevarlas a cabo. La gente es buena o no habríamos llegado tan lejos como muchos idiotas y cínicos se empeñan en negar que hemos hecho. Debería resultar obvio que una buena persona puede hacer mucho mal sin saberlo o creyendo obrar correctamente y que un verdadero hijo de puta puede pasar la vida entera sin darlo a conocer.
Esa idea parece ser difícil de interiorizar. Estamos acostumbrados a juzgar los actos y no las intenciones porque de los primeros podemos recabar pruebas y de las segundas solo conjeturas y opiniones. Un ejemplo; juzgamos al que comete asesinato como peor persona que al que se salta la cola del autobus o aparca en un paso de cebra. Y es cierto que el primer acto es mucho mas grave que los otros. Pero existen muchos motivos para matar a alguien, algunos justificados o incluso altruistas mientras que saltarse la cola del autobus solo tiene una posición ética de origen y es la de que te la sudan tus semejantes y tu conveniencia está por encima de otras consideraciones. Solo podemos conjeturar las motivaciones de un asesino y la posibilidad de que mate de nuevo. Un tío que se salta la cola del autobus, dada la relacción coste-beneficio adecuada, te matará si sabe que no le van a castigar y puede beneficiarse de ello. De existir la pena de muerte, adivinad a quien pienso que habría que matar antes.

Alguno estará preguntándose a donde voy a parar con todo esto o si este es un post de buen rollo escrito con la euforia navideña aun circulando por mis venas. Al grano.
La gente es buena. ¿Y qué?
La gente buena puede además ser idiota. O estar mal informada. O ser presa fácil de un líder carismático (que lo mismo es solo otra buena persona equivocada). O puede asumir que lo que percibe como malo es solo obra de hijos de puta. La incapacidad para contemplar la bonhomía del contrario es la raíz del mal a gran escala. Es el primer paso para deshumanizarlo y convertir todo acto hacia él en algo utilitario y no sujeto a ética. Si todos los fachas son unos hijos de puta, todo lo que joda a los fachas está bien. El error de sus actos los califica y los excluye de la necesaria consideración hacia nuestros semejantes, en un circulo que se retroalimenta, brindándonos el bonito espectáculo de gente buena sacándose los hígados en plena calle. Caer en esa falacia no descalifica nuestra calidad humana pero si nuestra inteligencia.
¿Estoy abogando por la paz? ¿Por la concordia, el entendimiento y la equidistancia? No, coño, no. Al contrario.
Si te crees en posesión de la verdad, lucha. Debate si de eso se trata. Divulga si sabes hacerlo. Mata, si se ha llegado a esos términos. Pero no olvides que quien está delante de ti es tan buena persona como puedas serlo tu, o mejor. Y luego clavale tu hipotética bayoneta en la tripa y sigue adelante. Y si no entiendes por que está precisión es importante, mejor no hagas nada.
Feliz Año.
