viernes, 28 de agosto de 2009

Marketing Plutonico: the evil in you.

No hay nada que de un miedo mas cabrón y chungo que los críos.



En una película de terror, basta una musiquilla así que cree ambiente y un crío mirando con cara de mala uva para que uno se diga "tate, me he dejado el horno encendido en casa...".



Y no hace falta que el niño sea el malo... pero es que la infancia es definitivamente malrollera. Y siniestra. Yo creo que porque todos hemos sido críos y sabemos la clase de maldades que se nos pasan por la cabeza continuamente.

(a, ¿que solo me pasaba a mi?... circulen, circulen, no he dicho nada)

Pero el caso es que el cine tardo en aprovechar adecuadamente las posibilidades de la infancia como correa de transmisión del chungo absoluto y escalofriante que todo director de genero ansia provocar en su audiencia. No digo que antes el cine diese menos miedo... pero el caso es que hace años que nadie plantea una revisitación de Drácula o Frankenstein en clave de terror. En cambio rara es la cinta que nos ponga los pelos tiesos y no tenga a algún niño hijo puta danzando por ahi.
El punto de inflexión fueron los Setenta... El Exorcista, La Profecía, Los Niños del Maíz... Algo pasó, algo abrió el grifo. Algo hizo que se dieran cuenta en Hollywood del enorme filón que supone la infancia para generar yuyu... ...yo apuesto por esto:



Richard Donner vio esto y se comprometió a dirigir La Profecía.



No antes, eso si, de encerrar a sus sobrinas en un armario.

11 comentarios:

LoKKie dijo...

el bwahahaha del tio del final tiene tela...ya no es que de descojone,es que se descojona como los malos de las pelis la puta muñeca ahi en la mecedora...vale para madre del muñeco diabolico la jodia xD

Anónimo dijo...

Y esa pelicula donde todos los niños eran rubios albinos... como se llamaba...?

El Hombre Malo dijo...

"El pueblo de los malditos"... y la original era cincuentera, pero ahi los crios daban mal rollo por no portarse como crios sino como inspectores de hacienda en miniatura.

Biónica dijo...

Aydió... los pelos como escarpias... jodías niñas, jodía risa, y jodío todo :S

Arg.

Gato dijo...

¡Joooder...! Unos primos míos tenían un payaso que se reía, y el cabrón sonaba a destiempo. Por ejemplo, por la noche, estando metido en el armario. Después de pelearse un rato por saber quién estaba asustando a quién, lo buscaron y el muñeco acabó descabezado y con el disquito del mecanismo destrozado...

E. Martin dijo...

Nah. En realidad a la mayoría de la gente en cuanto se les enciende el reloj bilógico se olvidan de la infancia y empiezan a considerar a los crios adorables criaturillas. Luego hay gente que todavía se acuerda de lo que les hacían los demás niños y siempore sabrán que en realidad son putas bestias salvajes.

Gato dijo...

E.Martin! ¿Cómo estás? Nos dijeron que habías estado muy pocho... espero que ya estés recuperado.

Besicos!

E. Martin dijo...

Citando al clásico, las noticias de mi muerte fueron exageradas. Es que con tanto famoso muriendose uno detrás de otro hay atasco en el tunel de luz y...

Gato dijo...

Jajajaj, es que Michael Jackson y los paparazzis asesinados están bloqueando el paso; seguro que anda San Pedor por ahí intentando poner orden a llavazos en las cabezas...

Me alegro pues.

Gárgamel dijo...

Por eso yo siempre he defendido que es mejor criar pollitos. También se les coje cariño y cuando te cansas de ellos... ¡al arroz!

Corresponsal en Palma dijo...

juer,no sé si da mas miedo la risa de la muñeca o la cara de locas de las niñas al oirla...

ays, esas niñas del Resplandior, que acojone me daban (y me dan)