miércoles, 10 de diciembre de 2008

Enhorabuena a los premiados

Sería ingénuo después de años de evidente corrupción a todos los niveles sorprendernos de la situación de crísis. Maldita crísis de la que ya estamos aburridos de oír y leer y que, no obstante, no ha hecho más que llamar a la puerta. No entraré (más por no aburrir que por falta de ganas) en hacer evaluación sobre los preceptos del liberalismo económico; liberalismo a secas para bobos y simplistas, víctima de las mismas flaquezas que cualquier otro invento que conlleve un punto de anarquía salvo porque esta vez se trataba de convencer a las ovejas de que, tras miles de años de civilizaciones despóticas y desmadres entre clases, había que dejar a los lobos vigilando el corral. Y no es mala idea. No es mala idea si eres lobo y convences a las ovejas, quiero decir. Sería aún mejor si los lobos tuviesen al menos un mínimo de decencia.

Tampoco voy a explicar ahora, por enésima vez, las causas y los orígenes de la dichosa crísis. Las redes de la información hoy en día son tan monstruosas que cada uno puede encontrar la verdad irrefutable que más le convenga a la carta.

Hoy voy a dar un dato sobre entidades bancarias:

1.- Decía el otro día Carlos "el Yoyas" en el programa del follonero que si le debes a un banco diez millones de pesetas tienes un problema, pero que si le debes cien mil millones, entonces el problema lo tiene el banco. Evidentemente no es del todo cierto, pero sí relativo, y lo relativo hoy en día es una crísis financiera mundial, lo cual lo hace fiable al ciento por ciento.

2.- En un sistema dependiente y global, podemos concebirlo todo como un caudal de agua que da vueltas. Cuando llega a nuestra parcela del lecho, podemos elegir recogerlo y administrarlo, o devolverlo a la corriente a ver qué pasa. Lo normal, hablando en términos financieros, es que estos "items" que vienen y van en nuestro riachuelo sean efectivos económicos. ¿Pero qué pasa si nos llega una mierda como un niño de dos años de grande? Tenemos dos opciones, a saber: la recogemos y nos comemos lo que nos ha tocado, o por el contrario dejamos que de otra vuelta al caudal manteniendo nuestro lecho limpio por el momento, pero a sabiendas de que, muy probablemente, cuando vuelva lo haga esta vez con el tamaño del puto Godzilla.

3.- Muy por los pelos y gracias al hacedor, los lobos aún no han conseguido que los índices de morosidad de las empresas no deban hacerse públicos y ser transparentes. Bancos inclusive. Es curioso ver cómo este indice en las entidades bancarias, habitualmente contenidos por debajo de un 1%, hoy en día bailan entre el 8 y el 12. Esta diferencia se debe, masivamente, al tema de las hipotecas. Póngase el caso de un Edgar Raimundo que ha venido a trabajar por 600€ al mes en un andamio y me quiere comprar una hipoteca de un zurullo inmundo de 30 metros cuadrados que vale 30.000€ a un precio de 90.000€ en pagos de 550€. Si yo fuese un lobo de buena camada, le diría que no, me ganaría su desprecio y reforzaría el tópico de "los bancos sólo te dan el dinero si no lo necesitas". Si no lo fuese, no sólo se la daría, si no que además le regalaría una batería de cocina, a sabiendas de que yo voy a comisión y tengo un contrato blindado con "golden parachute". Cuando las hipotecas se han disparado hasta un 20% sobre el total por la desconfianza en el flujo interbancario (el famoso euribor que fija el interes al que los bancos se prestan dinero entre ellos) y la hipoteca de Edgar Raimundo ha subido de 550€ a 790€, no hace falta que os diga de cuál de las dos clases de lobos hemos resultado tener más, ¿verdad?

Pues bien, a sabiendas de que se empieza a debatir sobre si lo que viene va a ser una recesión o una depresión, yo me veo en la obligación de aniquilar todo atisbo de esperanza que os pueda quedar, porque en la madriguera quedan lobos para dar y tomar. Que, lejos de velar por las ovejas, tratan de mantener su lecho del río limpio, y sólo consiguen devolver mierda al agua como para mostrar tan sólo el inevitable 8-12%. Quedan esos de los que hablaba "el Yoyas", los de los cien mil millones.

Imaginad que contratáis un crédito de cien mil millones para construir un complejo inmobiliario. Independientemente de que sea dentro o fuera de España (caso aún más especial dada la especulación sobre el terreno fomentada por las políticas de años pasados), es una inversión "infalible" superados los tramites previos (contratación, adjudicación, etc) y una vez que uno se ha podido afianzar una parte del pastel.
Pero, sorpresa, resulta que las inversiones y los fondos internacionales se levantan una mañana sin poder esconder por más timepo que, a raíz de la especulación hipotecaria y el sistema bursátil (por fin los lobos nos dejan claro para qué querían SU globalización) han perdido una cantidad de dinero indeterminada que ronda entre los setecientos mil millones y los cuatro trillones de dólares. La parte mala es que nos vamos a comer nuestro complejo inmobiliario con patatas. La buena es la famosa desconfianza entre los bancos por los oportunos "activos tóxicos": nuestro banco no va a dejar que nuestro crédito venza y su indice de morosidad suba, no va a coger la mierda. Va a volver a dejarla en el aguita.
El banco nos va a recomendar que formemos una sociedad paralela que compre nuestro complejo inmobiliario. Para ello el banco nos va a dar un nuevo crédito que abarque el crédito anterior, sus intereses acumulados y las tasas (y el propio banco nos avalará, nos ha jodido Mayo). Por supuesto con este nuevo crédito sólo podremos pagar unos cuantos plazos de los propios intereses generados y, cómo no, un Audi nuevo. Y cuando la mierda sea del tamaño de Godzilla que nos quiten lo bailao, pero hasta entonces el banco no sólo ha evitado que su morosidad aumente (y con ella la desconfianza de sus clientes) si no que hasta puede decir que ha tenido beneficios.

Y esta es la tónica que se mueve tras el telón, mientras los políticos se tiran mierda entre ellos como siempre (lo mismo vale una monja, que un atentado terrorista, que la detención de la Pantoja, que una crísis) porque ese es poco a poco el único poder que les va quedando (o se van quedando: curiosamente esto último depende de las empresas que se posean además del cargo público), unos queriendo lavarse la cara y otros intentando ocultar su naturaleza lupina sin que se les escape la risa. Ni depresión ni recesión, nadie lo sabe, aún están los protagonistas barriendo mierda bajo la alfombra antes de que la vea el de al lado, poniendo y poniendo fichas sobre la mesa de la ruleta a ver a quién le estalla antes la patata caliente. Y no sólo lo vamos a pagar los de siempre: es que además vamos a ponerles la siguiente ronda.

Pero anímense: dice el Corte Inglés que, aunque en Grecia ardan abetos, ya es navidad.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El caso es que iba por el segundo párrafo y ya sabia que el post era tuyo,no sé por qué xD

Los lobos se justifican,parece que tienen una razon para hacerlo asi ("y el yate,eh? como me pago el yate si no???").Casi nunca parecen "malas personas".En cambio ser loba está peor visto,mira tu xD

Charles M. Towsend dijo...

Te cierran un día los servers del WoW por mantenimiento y se te pira la pinza cosa mala...

LoKKie dijo...

Si va a ser verdad y todo que acojona el tio,y yo que lo decia de coña xDD

Somófrates dijo...

Mujer, yo entiendo que el tema aburra hasta a las piedras.

pseudosocióloga dijo...

¿Seseña?