viernes, 22 de octubre de 2010

Turbo

Lo bonito de vivir sólo es que sabes que tarde o temrano aparecerás en el "sucedió en Madrid" después de que tus vecinos avisen a los bomberos por el mal olor que desprende tu cadáver al llevar semanas atrapado bajo la nevera que se te desplomó encima un martes a las tres y media de la madrugada (por eso nunca dejo porno puesto en la tele en plan auto-repeat antes de ir a la nevera a por una coke).

Pero existen derivados previos mucho más divertidos: ¡las enfermedades!

El viernes me engañaron mi archienemigo El Hombre Malo y su compinche Mr.Daine para ir a cenar con ellos. La élite social no solemos hablar ante el vulgo (también llamado pueblo soberano en época de elecciones) sobre nuestros selectos y exclusivos santuarios. Baste decir que tanto la comida como el servicio estuvo a la altura de nuestros distinguidos y desarrolladísimos gustos. Aunque a mí la hamburguesa me tira un pelín más hecha.

En fin, que cuando llegué a casa empecé a encontrarme francamente mal. Aún recuerdo lo mal que lo pasé la primera vez que me puse malo viviendo sólo, la falta de medicamentos aliada con mi paranoia y la elevada fiebre. Unas risas. Con el tiempo uno ya se va curtiendo, y tengo asumido que no soy el tipo de princesita que necesita a alguien al lado dándole sopita de pollo. Me pongo los sex pistols en el spotify y me paso unas juergas locas con la taza del váter descojonándome hasta soltar ráfagas de aceitunas por la nariz.

Volviendo al sábado. Como tenía que estar en la oficina por la mañana por un mero cambio de cintas, decidí aguantar sujetándome las costillas y experimentando con mi propia fiebre y el mundo de los espíritus hasta las siete, hora a la que pedí un taxi. Cuando el taxi llegó y yo intenté salir de mi casa, había alguien durmiendo en mi portal entre cartones. Me asomé y ví que era una muchacha vestida con un jersey blanco y unos pantalones cortos. Sus piernas eran de color violeta, porque estabamos a once graditos. Total, que como soy gilipollas y ese día había puesto a lavar todas las putas mantas de mi casa menos una, pues se la saqué para que no muriese de frío. O al menos para que no lo hiciese en mi portal (si los de sucedió en Madrid van a entrevistar a mis vecinos, que sea por mi nevera, coño, no por una yonki surfista).

Claro, cuando volví a casa yo tuve que dormir con sabanitas. Luego dormí con sabanitas y anorak. Y finalmente con sabanitas, anorak y una manta húmeda. Qué risa de Domingo...

¿Sabéis cuando alguien en facebook pone "me he roto una uña" y le salen 54 me gustan y 78 comentarios de "ponte buena pronto, mimitos y besitos"? Bueno, pues no soy yo. Yo pongo "socorro, me muero, mi hipotálamo reclama su derecho a decidir sobre su propio autogobierno" y me puedo ir a zurrar mierdas con un látigo, que la gente va a seguir poniendo fotos de sus puercoespines domesticados haciendo caquitas en el salón.

Total, que el Lunes me fui al ambulatorio a que al menos me dieran la baja y así poder disfrutar a tope de mi particular viaje a Kashmir (además, cagar mostaza a lo shot-gun imposibilita tomar medicación alguna, así que esto prometía ser un viaje de cojones). Bueno, pues el médico, consternado con que en esta época de crísis los españoles nos estemos tomando muy a chirigota esto de la productividad, me dice que me compre un acuarius, que apriete los dientes para que no me castañeteen y que me vaya a trabajar feliz sabiendo que estoy contribuyendo con mi sacrificio a la recuperación de la economía española.

Aguanté consciente un rato. Sin recordar exactamente cómo fué mi transustanciación desde la oficina hasta mi casa, abrí los ojos el mártes para poder decirle a FinalBoss que no me esperasen, a lo que él me respondió que "tú verás cómo te lo montas, pero mañana quiero el informe de ingeniería de la centralita siemens. Y un visio".
Primeramente me preocupé, claro, intentando ver cómo podía hacer el trabajo en casa aquella tarde. Pero cuando vi que el visio profesional vale 1200$ mi preocupación se esfumó de inmediato y pude volver a la fiesta de mi decadente organismo. Creedme, los avances de una civilización se pueden medir en función del alicatado de sus baños. Ayer FinalBoss ni se acordaba de lo que era la centralita siemens...

Bueno, voy aligerando que esto me está quedando espesito: ¡acabo de comerme un kiwi y un yogur y todavía no se me han escapado por ninguna parte! ¡Viva yo!

Ah, es en periodos de excrecencia descontrolada como estos en los que uno realmente puede divagar sobre el verdadero significado y valía de la dignidad humana. Qué enriquecedor es hacerse viejo, amigos (cagas igual, pero al menos lo relativizas todo mejor).

8 comentarios:

B.B. dijo...

Somo, Somo, yo te hubiera cuidado con mucho gusto. Con tal de que no me quites mi protagonismo en Madrid Directo, ya que a mi me encontraran comida por los perros, que no tengo. Es mi fantasia, no me la pises.

lokkie dijo...

Lo primero,no se muera usted.
Lo segundo,llevo una semana pensando un post de "lo de vivir sola" y ya voy a quedar de plagiadora,joer xD
Lo tercero,de las cosas que me dan mas miedo es ponerme malisima aqui yo sola,ya casi me da la paranoia madre el dia que me moria del asma...

Salamandra dijo...

Dios ... me ha encantado lo de la mostaza shot-gun!!!!!

Me has recordado a una experiencia tóxica que tuve el honor de vivir con una ostra (la única que he comido en mi vida "para probar").
Que menos mal que no me encontraron los de España Directo, porque me sentí a punto de morir sentadita vomitando y soltando salsa mostaza a la vez. Si los Def con dos se enteran, me hacen la segunda parte de "Pánico a una muerte ridícula" ...

Illuminatus dijo...

Hay un virus de la gastroenteritis suelto por ahí (que ya ha pillado a una familia entera de conocidos). No es topicazo: la puta época de cambio de tiempo, igual que la época de navidades, cuando se juntan comida (ideal vector de contagio) y las familias con miembros infectados. Espero que por lo menos este año no me pille a mí.

Somófrates dijo...

BB, gracias por sus sinceras palabras.

Lokkie, lo jodido de morir lejos de casa y rodeado de bárbaros es que a la agonía hay que sumarle la incertidumbre de si te darán digna sepultura o te enterrarán con el culo fuera para aparcar bicicletas.

Salamandra. ¡SÍ! ¡Es como cuando al bote de ketchup no le queda nada y lo espachurras y te entran ganas de gritarle a las patatas fritas "corre, Charlie, corre"!
Pues me sé de uno que en una visita al extranjero se puso malo y pedo, y a la vez que llegó a tiempo de sentarse en la taza del váter empezó a potar. Creo que debe ser lo más parecido a sentirse como un protón en el colisionador de hadrones del CERN. Yo no me muero sin probarlo antes.

Illuminatus, qué poco espíritu aventurero... ¡Escupo displicente y con desprecio sobre su aburrido sentido de la autoconservación!

MrDaine dijo...

La última vez que me pasó algo parecido me pilló de noche, recién salido del curro, y como yo esto de la automedicación lo hago por actos de fe muy de abuela, me tomé un Ibuprofeno "que es mano de santo pa tó" y me acosté. A las seis de la mañana mi estómago estaba llamando a filas a todo el instestino, y no era que el perrito de la pradera estuviera asomando la cabeza, es que venía la familia entera de visita.

A la mañana siguiente me fui a una farmacia (porque yo al médico voy cuando me acuchillan en el vientre, no por convertirme en un aspersor de colacao), me recomendaron pastillitas de esas que te cierran las fronteras con mucha mano dura, y me dijeron que estuviese con acuarius hasta que mi inodoro dejara de parecer un desastre fluvial húngaro. Imagínate trabajar en un bar, en el turno de noche, en un estado en el que casi por pensar en comida te entran ganas de sacar a Mario de la tubería. Un suplicio. Y el aquarius, qué ascazo. Desde entonces no lo tolero. Una semana estuve así, sin poder hacer un Sarkozy como Dios manda. Rediós.

pseudosocióloga dijo...

Estando en Jerez, conectada a una red llamada Aula, al intentar leer este artículo DansGuardian me dijo que nanai por contaner material que se considera inapropiado.

Fuego dijo...

Vaya jugo que le has sacado a tu experiencia "cagalerística", jeje

Y la canción mola, sí.

Nada, a cuidarse!!, saludos.