jueves, 28 de mayo de 2009

Guerreros del Ladrillo: Final Boss Obdulio



Nada mas desembarcar en este curro, me pusieron a cargo de una obra ya en marcha. Una obrita pequeña, casi minúscula, una cucada sobre el papel. Cinco viviendas diminutas sin garaje en uno de estos barrios que mas que urbanizarse crecieron del suelo como una mata de cardos (si alguno se lo pregunta, hablo de Tetuan). Cinco viviendas que casi ni llegan a estudio (25m2) que en un clima mas favorable para la construcción se habrían terminado en 6 meses a lo sumo.

Ja.

Nada mas llegar al edificio me di cuenta de lo que se me venia encima. Las obras son sitios sucios, peligrosos e incómodos, pero tienen un cierto orden. Los materiales y herramientas se acopian en función de su orden de uso, lo cual requiere tener muy claro lo que se va a hacer meses antes de que se haga. Resultaba obvio que en mi cuquísima obra esto no era así. Las piezas de andamio se apilaban en la entrada (de tres andamios diferentes y que no casaban entre si, de eso me entere luego) haciendo que quien quisiese entrar bailase el limbo para pasar. La escalera de entrada estaba bloqueada por sacos de cemento. Durante tres semanas entré subiendome a un contenedor y saltando entre hierros.

No había barandillas, no había señalización. Arneses si había. Los vi apilados en una esquina durante meses sin que jamas los hubiesen movido un ápice. Aparecían pilares a medio metro de donde se les suponía, dejando las futuras cocinas de dos pisos inutilizables, y una hermosa viga metálica cruza aun hoy día el hueco del ascensor. Me han jurado que no va a interrumpir el paso del mismo, pero si es así no será porque quien la colocase hiciese ningún calculo al respecto. Cuando mire los planos que se le habían dado al electricista, en el patio aparecía un punto de luz colgado del vació, del éter. El buen hombre me pedía que le explicase si era alguna técnica nueva que no se explicaba en FP cuando el empezó.

El caso es que en medio de todo aquello conocí a Obdulio "El Extremeño" (nombre y mote falsos para proteger la identidad del muy cabrito). Obdulio es de estos tipos que llevan currando desde que la mano les alcanzo para levantar un ladrillo. Cuando se dice "constructor" la gente piensa en un tipo encorbatado que fuma puros, pero yo he conocido a diez obdulios por cada uno de los otros. El tío había conseguido la contrata de albañilería de la obra tirando los precios, y estaba dispuesto a recuperar el dinero a base de gastarse lo mínimo indispensable. Un ejemplo; cuando bajé al sótano a inspeccionar los cuartos donde irían las instalaciones, no se veía nada. "Espera, que te doy la luz" me dijo. Yo pensé que iría a conectar un cuadro eléctrico, en lugar de eso me alargó un trozo de madera al que había grapado un cable, del cual colgaba el incandescente desmontado de una lampara de emergencia. Aun hoy no se donde terminaba aquel cable, porque la luz de obra no la conectaron hasta semanas después, pero la lampara chisporroteaba y quemaba la madera lentamente. Básicamente, era una antorcha punk.

El caso es que ni las cutreces de Obdulio ni las nuestras pueden mantener una obra a flote si el banco no quiere soltar la tela, así que mi obrita, mi hijo tonto, se quedo parada y a "El Extremeño" solo le vi un par de veces que vino a pedir que le pagásemos lo suyo, hasta que lo logró. Mi único recordatorio de que esa obra seguía existiendo eran los mensuales paseos para pagar al "vigilante". Eso y las llamadas del vecino.

Se ve que Obdulio, al irse, no limpio nada. Las cosas se quedaron donde cayeron el ultimo día de trabajo. Y eso incluía unos escombros sobre el tejado del vecino. No mucho, apenas restos de cemento sobre un plástico de protección, pero el vecino es un jubilado y los jubilados tienen demasiado tiempo libre para pleitear. Sobre eso escribiré otro post un día. El vejete está preocupado porque llueva y el agua meta los escombros en la bajante, atrancandola. Sus llamadas siempre empiezan amenazando con avisar a la policía, a lo que siguen 20 minutos en los que le doy toda la razón y le explico que eso se limpiara en cuanto vuelva a ver gente trabajando, y que nos haremos cargo de cualquier desperfecto que ocasione. Así cada semana o dos. El caso es que me da la impresión de que el tío se despide animado, incluso alegre. Hasta que la semana pasada llovió, y fuerte. entonces ya no me llamo alegre. Yo puse mi cara de menos alegría y llame a la especie de hobbit peludo responsable del problema.

"Obdulio, macho... has dejado el tejado del vecino hecho una mierda y o vas y lo arreglas o si lo arreglamos nosotros, te descontamos lo que nos cueste de los pagos pendientes" Es mentarle el dinero y Obdulio salta como un resorte... así que por la tarde le tenía en la oficina.

"Ya he puesto a los muchachos a limpiar eso... pero hay que pagarles" me dice con cara compungida, como solo saben poner los ga...extremeños.

"Limpiar la obra era tu trabajo, así que tu te haces cargo de eso..." Le repito...pero era como si oyese llover.

"Si yo ya les he puesto, si ya están limpiando, si es muy poca cosa... pero entiendeme. Esta gente es muy bruta, muy mala...y si no les pagas el mismo día lo mismo nos hacen un desbarajuste" teniendo en cuenta de que a la gente bruta y mala los había contratado el, su cara de susto resultaba cómica.

"Bueno, pues págales, Obdulio"

"Un palé volcado...desde el segundo piso... unos cables arrancados... y nos joden pa' vinos..." iba relatando mientras le ponía cara de circunstancia... sinceramente, los destrozos en la obra me preocupaban menos que el tejado del vecino "...que cojan a alguien a la salida de la oficina y se pongan violentos..." Ahí ya levante la ceja.

"Obdulio... ¿me estas diciendo que has contratado a alguien para hacer un trabajo de tres horas y que me va a partir las piernas?"

"No hombre no... NO le he contratado para eso..."

"Ya me jodería, Obdulio"

Pues eso...el caso es que como tema no relacionado, me voy en un par de horas a Barcelona a currar en el Salón del Comic y no vuelvo hasta la semana que viene.

viernes, 22 de mayo de 2009

Pornoadicción Temprana

(Originalmente publicado el 27 de Septiembre de 2004, en tanto se refiere a mi tierna post-adolescencia es tan actual y candente como lo era entonces. Useasé, muy poco).


Ahí estaba yo, con dieciocho añitos recién cumplidos, dispuesto a comerme el mundo. Pero aquel fatídico Viernes por la tarde, el mundo podía esperar. Lo que me disponía a devorar eran cuatro horas de pornografía de la mas dura y grumosa que pudiera encontrar.

Os pondré en antecedentes; hacía solo un par de meses que había alcanzado la mayoría de edad y ese era el primer fin de semana en que mis viejos se largaban de casa, dejándola a mi entera disposición. Yo ya conocía el porno, por supuesto, desde que a los nueve años cayó en nuestro poder (mío y de la panda) una Private que destrozó nuestra inocencia y alegró nuestras tardes. Y tenia el Plus, con lo que ni tan siquiera tenía que quemarme las pestañas tratando de distinguir algo entre las rayas, como muchos de mi generación.

Pero aquello era diferente. Aquello era poder elegir con que droga dura me iba a machacar la retina. Resuelto, entré en el videoclub (un videoclub, uno que no fuera aquel donde mi madre conocía al dueño y me hacían regalos por navidad) y me di de alta como socio. Tras ojear los estantes con aire interesado, me deslice hacia mi objetivo. La Habitación.


Este videoclub, como tantos otros ahora, había tomado la revolucionaria medida de mudar la sección X de "un estante mas o menos discreto" a un compartimiento separado. De esta manera las madres no se podían quejar de que la basura quedaba al alcance visual de sus retoños y el emprendedor comerciante podía ofrecer muchos más (y variados) títulos a su selecta clientela. Pero como fuera que la cosa aun era un experimento, el buen señor comerciante se había apañado unas tablas y atornillándolas había creado una habitación digamos...reducida. Dos personas de pie tenían problemas para no pisarse dentro de aquella caja de zapatos. Además, la puerta con cortinilla del nicho aquel estaba junto al mostrador, a la vista de todos. Pero yo era joven, y aquellas naderías no las contemplé al meterme en el licencioso receptáculo.

Dentro reviví aquella emoción infantil cuando entras en una juguetería. Un niño en una tienda de dulces es lo que era. No os creáis, apenas un centenar de cintas, algunas, hoy lo se, prehistóricas. Pero a mi me bastaba y me sobraba. Una a una, fui mirando las carátulas, que me prometían cochinadas sin nombre y placer onanista mas allá de toda medida. Si alguna resultaba especialmente prometedora, miraba la contraportada. Me había propuesto alquilar dos películas para devolver al día siguiente, pero me costaba un trabajo tremendo seleccionar entre la media docena de "favoritas" que tenia en las manos. Me pase, por lo menos, media hora ahí metido hasta elegir dos cintas. Y ahí empezó lo divertido.

Me disponía a salir cuando oí que en el mostrador estaban atendiendo a una madre con niños. "Ni de coña salgo con esto en las manos..." pensé, así que espere un rato. Pero, amigo, el Viernes es un día de mucho alquiler Disney, mucha madre comprando morfina cerebral para que los niños no molesten, y a una madre le sucedía otra. Para colmo me había buscado un videoclub donde no me conocieran, si, pero que seguía estando en mi barrio. Todas las voces que oía me sonaban familiares. Madres, hermanas o primas de amigos míos. Y yo, para colmo, trempando como un campeón.

Estaba sudando. Me había metido en aquella caja de madera tal y como venía de la calle, con abrigo y todo, y ya llevaba casi una hora ahí metido. Me repetía a mí mismo lo gilipollas que era por no haberme ido a un local más lejano, al menos un par de paradas de metro. Mientras, los dependientes no daban señales de preguntarse que coño hacia yo ahí dentro tanto rato. " ¿Y si se piensan que he entrado a pelármela?" Ahora ya si que estaba nervioso. El miedo, desde luego, me había reducido la trempera, pero me hacia sudar más. Se me pegaba el pelo a la frente y se me empañaban las gafas. "Tengo una pinta de pervertido que tira p'atrás" imaginaba. Me imaginaba saliendo y encontrándome de morros con una amiga de mi madre mientras sostenía en las manos "La reina de los culos" y un pornazo alemán impronunciable pero con una portada digna de ElBosco. Pasaban los minutos.


Al fin, tras casi hora y media ahí metido, asfixiado de calor y acongojado por el miedo a la vergüenza pública, pero aun resuelto a llevarme a casa aquellas dos cintas, escuché y no oí....nada. Si, los pasos del dependiente, el hilo musical (Radio Ole, cagaté)...pero nada más. "Esta es la mía. Salgo, pago y me piro en menos de un minuto". Incluso llevaba el carné en la mano para acelerar el proceso. Inspiro, me peino el pelo con la mano hacia atrás y...
...salgo para darme de bruces con A, B y C, las tres marujas de mi curso que extrañamente calladitas para lo que en ellas era costumbre, iban hacia el mostrador con Ghost y Bailando con Lobos. Se paran, me miran, miran a las cintas, me vuelven a mirar a la cara... Yo balbuceo "Hombre, que tal...". Ellas miran mis cintas otra vez...

Pague y me fui, como tenia planeado, en menos de un minuto. No sé si por alejarme de aquel trío de gallinas que se carcajeaban o por evitar que se me rompiera un vaso sanguíneo, de tan rojo que me puse. En el camino a casa juré no alquilar más porquería de esa en mi vida. Las películas, normalitas. La alemana era de un guarro que espantaba. Aguante un par de meses las bromas de "Rey de los culos" que me toco sufrir en el instituto hasta que la cosa se olvidó. Incluso termine enrollándome con la A del trío aquel. Pero un año mas tarde, ya universitario y también rey de la casa por unos días, pasé por el videoclub de infausto recuerdo y vi que, oh sorpresa, había desaparecido la caja de tortura. En su lugar un cartel con una X y una flecha me invitaba a bajar al sótano del local por unas discretamente colocadas escaleras. Abajo, oh sorpresa otra vez, una habitación ventilada, amplia y con al menos cinco veces el numero de películas que en mi primer intento. La carne es débil, amigos, y las promesas se las lleva el viento.

jueves, 14 de mayo de 2009

El subnormal del día después

Alberto Ruiz Gallardón me sublima. Supongo que ahogado y ya harto de no aparecer ni a tiros en el canal de televisión del metro de Madrid, y teniendo en cuenta lo que le quedan a Tom y Jerry en la capital del reino (aligere con esas licencias a elmundo, señora lideresa, que se le pasa el arroz) las cejas más inquietantes de la política patria hacen un doble tirabuzón: “¿qué sabrán de salud en el ministerio de sanidad? Nada, nada. En mi corte y villa la píldora postcoital se va a seguir vendiendo con recetita, ya que lo contrario es un error”.

Bueno, pues que nadie me acuse a mí de hablar por hablar. ¿Cuáles son los riesgos que puede sufrir alguien por ingerir las dos pastillitas de las narices? Náuseas, dolor abdominal, cansancio, dolor de cabeza, mareo, tensión mamaria y vómitos. Resumiendo: ¡una catástrofe devastadora para la salud del más pintado! Y aún habrá quien considere que la consulta previa al médico sea una exageración (rojos libertinos que quieren abusar de nuestras hijas todos, seguro). Es más, yo mismo he consumido la dichosa pastillita para tener información de primera mano a la hora de escribir esto. Y me ha debido de timar la del centro de planificación familiar y darme el cambiazo con un smint, porque por no tener no tengo ni sueño. Pero esto es tema aparte.

Habrá quien aduzca educación, no me cabe duda. La buena. La suya. Como siempre. ¿Qué lección les estamos dando a nuestros jóvenes alentándoles a lanzarse a las sórdidas garras del malsano sexo sin más contrapunto que veinte euritos de pastilla anticonceptiva? Diga usted que sí: eso sería demasiado fácil para una adolescente un domingo de resaca. Las asociaciones pro-vida y a favor de la familia (la suya, de nuevo) entienden que es mejor y más factible darles una cruz que deban de acarrear ellas mismas hasta el alto de las Vistillas, donde Rouco podría poner una consulta entre el hotel de cinco estrellas y la capilla rubenesca (ya dándole usos al futuro mini-Vaticano, así somos en Plutón Verbenero, siempre aportando ideas). Alguien me llamará exagerado de nuevo. Probablemente desconocedores de cómo se las gasta el gremio de farmacéuticos de Madrid, también.

O quizá es que estos señores se han pensado que a sus hijas estas cosas no les pueden pasar, que lo de restregar el chuletón es más de chusma y plebe (también llamada “pueblo soberano” en época de elecciones). Y en parte tienen razón, ojo, que como ex vecino de uno de los barrios más pijos de Madrid, he de decir que como te la chupa una hija de diputado del PP no te la chupa nadie, y lo peor que te puede pasar es un herpes, una sífilis, una gonorrea, o que no te quede oraldine en casa: nada que te corra prisa de aquí a 72 horas.

No, señores catedráticos de medicina, doctores, biólogos, asesores científicos, sexólogos y demás caterva de chusma irresponsable: la píldora del día después sin receta es un error médico. Que lo ha dicho un señor que sabe más que ustedes de esto. Dense cuen (y a ser posible no se rían mucho de él).

PD: Mujeres libertinas y pecaminosas, recordad que:
- Debes usarla sólo como píldora anticonceptiva de emergencia y no como anticonceptivo habitual.
- Si es utilizada más de una vez en el mismo ciclo menstrual, es más probable que tengas problemas con tu ciclo.
- Si estás utilizando un método anticonceptivo de forma habitual debes continuar su empleo; en el caso de ser un anticonceptivo oral, debes seguir tomándolo de forma regular y no interrumpir su toma.
- Si te has olvidado de tomar el segundo comprimido, tómatelo en cuanto lo recuerdes y consulta con tu médico lo antes posible.

Y, como siempre, preocuparos por vuestra propia educación e información (independientemente de vuestra edad o sexo) y no permitáis que ningún gilipollas piense por vosotros. Por muchos otros gilipollas más que le hayan votado.

Hala, a follar como animales, gentuza.

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Añadido el jueves 28 de Mayo y extraído de la web de la Organización Mundial de la Salud:

Levonorgestrel para anticoncepción de emergencia

La anticoncepción de emergencia se refiere a métodos que las mujeres pueden usar como respaldo y en caso de emergencia, dentro de los primeros días posteriores a una relación sexual sin protección, con el objetivo de prevenir un embarazo no deseado. Los métodos anticonceptivos de emergencia no son adecuados para uso regular.

El régimen de anticoncepción de emergencia recomendado por la OMS es: 1,5 mg de levonorgestrel administrado en una sola dosis.
¿Quiénes necesitan anticoncepción de emergencia?

Toda mujer en edad reproductiva podría necesitar, en algún momento, anticoncepción de emergencia para evitar un embarazo no deseado. La anticoncepción de emergencia puede utilizarse en situaciones tales como:

* cuando no se ha usado ningún método anticonceptivo;
* cuando ha ocurrido una falla del método anticonceptivo o éste ha sido usado de manera incorrecta, incluyendo casos en que:
o el condón se ha roto, deslizado o se ha usado de manera incorrecta
o la mujer ha olvidado tomar tres o más píldoras anticonceptivas orales combinadas consecutivas
o la mujer ha olvidado tomar tres o más píldoras anticonceptivas orales combinadas consecutivas
o ha habido un retraso de más de dos semanas en la administración de la inyección anticonceptiva de progestágeno solo (acetato de medroxiprogesterona de depósito o enantato de noresterona)
o ha habido un retraso de más de siete días en la administración de la inyección mensual combinada de estrógenos más progestágeno
o el parche transdérmico (o el anillo vaginal) se ha desplazado, ha habido un retraso en su colocación o se ha extraído antes de lo debido
o el diafragma (o el capuchón cervical) se ha desplazado o roto, o se ha extraído antes de lo debido
o el coito interrumpido ha fallado (por ejemplo, eyaculación en la vagina o en los genitales externos)
o una tableta (o una película espermicida) no se han derretido antes de la relación sexual
o ha ocurrido un error en el cálculo del método de abstinencia periódica o no ha sido posible practicar la abstinencia en los días fértiles del ciclo
o ha ocurrido una expulsión del DIU;
* cuando ha ocurrido una agresión sexual y la mujer no está protegida con un método anticonceptivo efi caz.

Mecanismo de acción

Se ha demostrado que las píldoras anticonceptivas de emergencia (PAE) que contienen levonorgestrel previenen la ovulación y que no tienen un efecto detectable sobre el endometrio (revestimiento interno del útero) o en los niveles de progesterona, cuando son administradas después de la ovulación. Las PAE no son eficaces una vez que el proceso de implantación se ha iniciado y no provocarán un aborto.
Eficacia

De acuerdo con los informes de cuatro estudios en que participaron casi 5.000 mujeres, el régimen de levonorgestrel utilizado dentro de los 5 días posteriores a la relación sexual sin protección redujo las probabilidades de embarazo en un 60-90 por ciento. La eficacia del regimen es mayor mientras se utilice lo mas pronto posible después de la relación sexual.
Criterios médicos de elegibilidad

Las píldoras anticonceptivas de emergencia no deben ser administradas a una mujer que presenta un embarazo confirmado porque ya es demasiado tarde para prevenir el embarazo. Los expertos creen que no hay daño para la mujer embarazada o para el feto si se usan píldoras anticonceptivas de emergencia inadvertidamente durante las primeras semanas de embarazo.

Las píldoras anticonceptivas de emergencia deben ser usadas sólo en casos de emergencia y no son apropiadas como método anticonceptivo de uso regular, debido a que existe una mayor probabilidad de falla en comparación con los anticonceptivos modernos. Además, el uso frecuente de anticoncepción de emergencia tiene como resultado efectos secundarios, como irregularidades menstruales. No obstante, el uso repetido no conlleva riesgos conocidos para la salud.

Lectura complementaria

* Marions L, Hultenby K, Lindell I et al. Emergency contraception with mifepristone and levonorgestrel: mechanism of action. Obstetrics and GynecologyObstetrics Gynecology, 2002;100:65–71.
* Durand M, del Carmen Cravioto M, Raymond EG et al. On the mechanisms of action of short-term levonorgestreol administration in emergency contraception. Contraception, 2001;64:227–34.
* Croxatto HB, Brache V, Ravez M et al. Pituitary-ovarian function following the standard levonorgestrel emergency contraceptive dose or a single 0.75 mg dose given on the days preceding ovulation. Contraception, 2004;70:442–50.
* Emergency Contraceptive Pills: Medical and service delivery guidelines. Second Edition, 2004. International Consortium for Emergency Contraception, Washington DC, USA.
* von Hertzen H, Piaggio G, Ding J. et al. Low dose mifepristone and two regimens of levonorgestrel for emergency contraception: a WHO multicentre randomized trial. Lancet, 2002;360:1803–10.
* Organización Mundial de la Salud. Medical eligibility criteria for contraceptive use. Third edition. Geneva, 2004.
* Organización Mundial de la Salud. Selected practice recommendations for contraceptive use. Second edition. Geneva, 2005.

Para más información puede ponerse en contacto con:

WHO Media centre
Teléfono: +41 22 791 2222
e-mail: mediainquiries@who.int

jueves, 7 de mayo de 2009

El baile de san Vitto (conleones)

- Corleone, stronzzo di merda.

- Whatever.


Resulta que yo estaba en el Rebilbanco hace tiempo, y me pasaron a Trincobanc, para ayudar con el mantenimiento mientras se hacía el análisis para una nueva aplicación, y una vez diseñada, programarla desde el principio (cosa que hasta ahora no he hecho nunca, y tengo ganas, la verdad).

El caso es que eso era en las oficinas "Joven Valle", y estaba de fukin` mother (que there is no other) porque tardaba 15 minutos en llegar en bus o 30 si iba andando, lo cual siempre está bién.

El caso es que cuando llevaba una semana ahí curra que te curra (tampoco demasiado, no os penseis :) ), nos dicen que hay rumores de que nos van a cambiar de edificio.


Como decía Shakespeare en su Opera Prima "La barbacoa la barbekiu"
- No hagas caso a esas jugadas son rumores son rumores... -


Así que nosotros seguíamos currelando con la tranquilidad que dan los rumores empresariales, y entonces se fueron los de la sala contigua a la nuestra.

Y una semana después los de la sala de enfrente.

Y una semana después los de la planta baja.

Y una semana después... nadie.

Y una semana después nosotros.

Vaaaaaaaaaaya por diós, y encima no nos mandan cerca, no, nos mandan a alcohol bandages (Alcoholbendas), que está relativamente cerca solo que no y además tampoco, porque el transporte hasta allí es el infierno y se tardan entre un lustro y tres eternidades en llegar.

Pero bueno, como un compañero vive en mi misma calle me acoplo en su coche y en media hora estamos allí, aunque no es lo mismo, porque no hay ningún sitio para comer cercano, todo lo más un mesón de 36€uribor el menú del día (si fuesen 35.5€ vale, pero 36... ¡¡menudo atraco!!, que estamos en crisis), total, que resignados estamos ahí curra que te curra.

Pasa la primera semana, que era de tres días, porque el jueves era jueves santo y llegan las vacaciones de semana santa OLEEEEEE (bueno, es que mi empresa me da una semana entera).

Charlába yo con Misia dicha semana santa y en una de esas me preguntaba:



- ¿Eso es el nuevo proyecto o un nuevo nuevo proyecto?

Jodía profeta :D

El viernes antes de volver de mis vacaciones me llaman por teléfono, miro y es un número con más ceros que la cuenta de beneficios del banco Santander.

- Digamelón.

- Hola, ¿Rebilated?

- El que viste y calza, viste raro y calza mal, de hecho, dime.

- Soy Amor Pasional

- Aaaaanda, ¿que tal todo?

*Mierda, me va a caer un marrón, fijo*

- Bli bli bla bla, vacaciones, blo blo blu blu, muerta de sueño, mingla tingla con la niña mala jander clander este lunes tienes que ir a Brownland.

- ¿¿WTF?? ¡¡OMG!!

- Si, es que los presupuestos para programar la aplicación que estábamos analizando no se aprobarán hasta finales de mayo, así que te mandan a ayudar en otro proyecto...

*Guay, y eso me lo dicen dos días antes de volver*

- ... creo que Gerente te mandó un correo al mail de la empresa.

- ...

- ...

- ¿Estas ahí?

- Si, solo estaba tratando de imaginar por que cojones demonios tendría que mirar el mail de la empresa en mis vacaciones de semana santa.

- Pues lo mismo le he dicho yo, por eso te estoy llamando, échale un vistazo y si tienes alguna duda me llamas y lo comentamos...



Total, que en menos de dos meses he cambiado cinco (lo del culo) veces de centro de trabajo, y a finales de mayo se espera que cambie guan mor taim.

Rebilbanco ---> oficina de mi empresa

oficina de mi empresa, donde me dicen que de momento no estoy asignado a ningún otro proyecto --->una semana en casa.

Casa ---> Trincobank, oficinas "Joven Valle"

Trincobank, oficinas "Joven Valle" ---> Tricobank Alcobendas.

Trincobank Alcobendas ---> Trincobank Brownland (aquí hay más marrones que en una fábrica de chocolates).

In da fiucha:

Trincobank Brownland ---> Trincobank Alcobendas.

*[1]

En cualquier caso no puedo quejarme, porque así en vez de estar pendiente de asignación (y tener grandes probabilidades de despido) estoy en otro proyecto (con grandes probabilidades de aprender cosas nuevas), lo cual es de agradecer.

Además estoy yo solo con un compañero de Trincobank Alcobendas en un despachin, y mola esto de estar apartado de la mayoría de los mortales, no nos ve nadie, estamos relajados, no paramos de hablar, podemos ponernos musiquita, tenemos nuestro propio aire acondicionado, tenemos una cafetera en nuestra sala... ahora sólo me tengo que poner al día con la prensa, blogs, páginas de por ahí y webcomics :D

*[1]: Actualización pre-post:

Me acaba de volver a llamar mi compi Amor Pasional, este viernes les sacan de Trincobank Brownland y nos mandan a Trincobank North, que está en Madrid pero en el límite norte, o sea, que en Trincobank Brownland la gente ha estado un mes en general y yo, en particular, he estado 3 días... manda cojones.

Y otra cosa que me hace mucha gracia es que voy a trabajar a unos 100 metros de donde está el Rebilbanco, y voy a tener de compañeros (de edificio, por lo menos) a 3 excompañeros del Rebilbanco que ahora trabajan para Trincobank, cada uno en una empresa externa diferente... vamos, que es como volver a casa.

O sea que cambiad.

Trincobank Brownland ---> Trincobank Alcobendas.

por

Trincobank Brownland ---> Trincobank North.

Por lo menos Trincobank North está cerca de la casa de Somófrates, así que igual, algún día me puedo escapar y hacerle una visiteja :)

En fin, más vale tomarse esto con humor, porque si no es como para agarrar el bate de baseball y *bam* *bam* *bam*, a volar rodillas por ahí.






Hasta aquí me tienen.



Y no descartemos que en lo que tarde en publicarse el post no me hayan mandado a Jamaica o yo que sé.


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