Hoy voy de servicio público. Algunas de las gilipolleces a las que he encontrado sentido y que creo que pueden hacer que cualquiera viva su miserable vida con algo más de naturalidad. Actimelícense.
No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.
Inexplicablemente esta frase salió del insigne pisaverdes Gabriel García Márquez. Es más, sospecho que en el momento de soltarla no se le ocurrieron todas las posibles acepciones sobre ella, pero, creánme, todas ellas son válidas y recomendables. Aplíquenlo en sus vidas.
Los problemas son tan grandes como nosotros dejamos que sean.
No recuerdo si esta mierda me la metió en el coco algún psicólogo del que mi amigo imaginario y yo nos pasábamos las tardes partiéndonos el culo, o si llegué a ella yo sólo. Salvo en dos ocasiones se me ha cumplido a rajatabla. Aplíquenlo en sus vidas.
Si quiere una garantía, compre un tostador.
Esta la suelta Clint Eatswood en "el principiante". No esperes nada de nadie. Si lo haces sin más, hasta tu madre te decepcionará tarde o temprano. Si te empeñas en poner a prueba a los demás constantemente, al final sólo conseguirás frustrarte y vivir amargado. Probablmente acompañado de un narcisismo insufrible. Aplíquenlo en sus vidas.
Sé cándido como una paloma y astuto como una serpiente.
Mi profesor de filosofía Don Ángel cuando jugábamos al ajedrez en el recreo. Ahora sospecho que se dejaba ganar constantemente. Era la única asignatura a la que prestaba atención. Aplíquenlo en sus vidas.
No me sobra nadie, pero tampoco me falta.
El Hombre Malo en un extrañísimo momento de claridad en el oceano etílico que es su lamentable y decadente existencia. Desde entonces le sigo despreciando con la misma intensidad, pero le tengo cerca y le presto atención, no sea que el día menos pensado le de por volver a soltar algo inteligente que no tenga relación con el imperio otomano. Aplíquenlo en sus vidas.
Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.
Friedrich Nietzsche. La única forma de disfrutar verdaderamente de las cosas es comprendiendo su naturaleza (lo cual implica la improbabilidad misma de llegar a disfrutar realmente de algo). Otra cosa es mera masturbación. Aplíquenlo (si pueden, o al menos procuren ser conscientes de ello) en sus vidas.
Lo mejor es enemigo de lo bueno.
Mi jefe. Dos años he tardado en comprenderlo hasta que nos han puesto un director de operaciones al que parece que le hayan metido el palo de una escoba por el culo. Está tan empeñado en mejorar todos los aspectos de todos los departamentos, que estamos al borde del colapso. Versión elaborada y destilada del clásico entre los informáticos de "si funciona no lo toques". Aplíquenlo en sus vidas.
Enhorabuena. Ya sois un poquito más yo.
4 comentarios:
Un post con contenido, por fin, y no te comenta nadie...en fin.
"Un pensamiento es como un cheque, se acepta o no según la firma"
no están mal, me gustaria añadir alguno pero yo soy menos dura y me aplico pocos (así en plan fijo) aunque me gustaria tener más voluntad... supongo
Yo me he equivocado, y de record; tanto como para escarmentar. Pero si hubiera tomado la determinación de no esperar nada de nadie, hoy no estaría donde estoy ni con quien estoy. Y sería una pena. La puntería de algunos -yo misma- mejora con el tiempo y con las expectativas hay que hacer como con los problemas: dimensionarlas adecuadamente.
Y con respecto de Nietzsche, igual es de interés preservar semillas suficientes para comer fruta cuando a uno le apetezca. Y en ese momento, disfrutarla, que para éso está. Que yo creo que era bastante cabal y pragmático este hombre, :)
No,no,no. A lo que me refiero es a que no se puede esperar algo específico de alguien, así porque sí, tan sólo confiando en la providencia.
Tengo por seguro que, además de millones de rimas matemáticas, de con quien estás puedes esperar que te dé lo que quieras siempre y cuando se lo hagas saber.
Y pelo también, probablemente.
Hasta al más pintao la vida le ha dado de tanto en cuanto una buena sabanita de hostias a traición. Eso está más allá de mi post y por supuesto hay poco que pueda uno hacer al respecto, salvo quedarse con la cara del patógeno como un glóbulo blanco, a lo vacuna.
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