Mengano necesitaba que alguien le salvase de sí mismo.
Mengano siempre hablaba de lo que esperaba de los demás, de sus ganas de ser feliz a través de otros.
Lo normal. Sería extraño ver a alguien hablando sobre lo que espera ofrecer él mismo a los demás.
El mundo no funciona así.
¿No?
Hace unos días Fulano, en un derroche de insoportable humanidad, le soltó a Mengano dos obviedades.
Mengano, erecto y desbordado por la abrumadora trascendencia del momento, pasó a considerar a Fulano un Dios caminando entre hombres.
Un príncipe entre ladrones.
Antes de darse cuenta, Mengano tuvo que llamar a la enfermera porque se había vuelto a cagar encima.
8 comentarios:
Juas, una cita mamaladillesca.
Ai que mi intelecto no llega a tanto. No soy tonta pero no llego a ver el mensaje...
Besitos igualmente, por antipática que no sea,jejeje
Joe, yo también estoy fatal....no lo pillo.
Que mal, será que el tinte rubio me está empezando a llegar a las neuronas?
Miren blogs -o similar- y háganse una lista de gente que habla sobre lo que esperan y/o reciben de una relación (de cualquier tipo).
Hagan lo mismo con los que hablan sobre lo que pretenden aportar a dicha relación.
Goleada.
El tema era el individualismo y la ilusión de auto-respeto, aunque reconozco que un bastante sui-géneris, sí.
Y mamaladillesco también, ahora que lo dicen...
¿mamalaqué?
Espeso como puré de guisantes. Volveré con un par de Gin Tonics en el cuerpo, siempre que abren a otros universos.
No sé qué es lo que no entendéis, yo lo veo muy claro.
Parafraseo;
Mengano necesitaba alguien (...)
Fulano, en un derroche soltó a Mengano dos obviedades. Mengano, erecto... pasó a considerar a Fulano un Dios caminando entre hombres.Un príncipe.
Somo se nos ha enamorao de un galán. Queremos foto.
Uy. Ni eso. A mí me tiran más dos tetas que dos obviedades.
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