martes, 6 de julio de 2010

Lo triste de odiar

Acabo de enterarme por la reposición de madrugada del intermedio (cosas del turno de tarde) de la multa a intereconomía por su spot del día del orgullo gay del año pasado.

No voy a hacer ninguna defensa de los homosexuales ante el spot. Ya les ha caído la multa. Por supuesto Intereconomía responde con su habitual victimismo cuando alguien les amonesta por su pleistocena concepción de la libertad de expresión. Pero más allá del malicioso mensaje evidente en el vídeo, me asaltan varias dudas sobre lo que se puede o no considerar como "gente normal y corriente".

Los que celebramos el día del orgullo gay sin ser gays, ¿somos gente normal y corriente?
Los que nos sentimos orgullosos de que esta celebración sea motivo de peregrinaje por su mensaje de tolerancia y su ambiente (en cualquier sentido), ¿somos gente normal y corriente?
Los que celebramos que se reconozcan los derechos civiles de los gays, ¿somos gente normal y corriente?

Esto quedaría muy bonito si lo dejo tal cual. Pero es que si me planteo lo que es la gente "normal y corriente", me asaltan aún más dudas.

Los que en semana santa abnegan las ciudades con sus cirios y sus sufridores ídolos, ¿son gente normal y corriente?
Los que se manifiestan por la imposición de su modelo de familia y sus valores a los demás sin mediar más argumento que el de su propia pátina moral, ¿son gente normal y corriente?
Los que se reúnen para aplaudir cómo se execra y eviscera a un animal con utensilios de jardinería, ¿son gente normal y corriente?

Porque si esa gente normal y corriente se limitara a comer kilómetros de pollas (o a hacerse la tijera como si no existiese el día de mañana) me molestarían bastante menos de lo que lo hacen.

9 comentarios:

Equipo biofrutas dijo...

yo me he tragado parte del debate en InterTv con cinco tertulianos facciosos (y Javier Nart para compensar), y me he quedado loco con su defensa pleitocena, su victimismo, y su enarbolamiento de la bandera de la normalidad neoliberal,



Dry

pilar dijo...

Efectivamente es muy triste odiar pero es curioso, que quién más odia y más intransigente es hoy en día, es quién más liberal se considera.
Se supone que vivimos en un estado de derecho pero te miran mal si eres católico, si no estás a favor de que una niña de 15 años aborte sóla, si te parece bien que los homosexuales tengan derechos pero no te gusta ver el día del orgullo gay....que se supone que hay que hacer?
Por que tienen que ser "gente normal y corriente" los que ESTÁN a favor del Desfile del Día Gay o los que NO están a favor de los toros o los que NO creen en la Semana Santa?
Quién decide quién es normal?

Anónimo dijo...

me ha encantado tu reflexion de hoy, con tu permiso la añado a mi argumentario para discursos y soflamas a la hora del almuerzo, ains... si solo fuese intereconomia que bonito seria todo...

Besos
Zenwen

Sota dijo...

Ole.

Biónica dijo...

Chapó...

Ole, ole y ole!!

B.B. dijo...

No sabes tu la cantidad de pollas que se comen los que van de "normales" escuchan la cope y ven intereconomia, incluso algun presentador de esa cadena le he visto yo misma con mis ojitos y mis abalorios comerse la boca con otro tio en un garito gay. Putos fariseos.

pseudosocióloga dijo...

¿Quién dicta la norma?¿La mayoría?.Entonces mejor echar a correr...¿Soltar tanto exabrupto te relaja?¿Porqué tanta gente ve Intereconomía?

Sota dijo...

Mmmm... La norma la dicta la estadística. Es el resultado promedio. Pero no es nada más que el resultado promedio.

Lo que esta gentuza no pilla es que los resultados que están fuera de la norma (que son pues anormales) TAMBIÉN son resultados correctos, y que si no los tienes en cuenta no estás describiendo bien el sistema.wa

un raton dijo...

¡¡Has hablado!!No puedo decir más... Si folláramos más, joderíamos menos..