Everything dies

Ayer, mientras me ahogaba con la lejía diluída que estaba mantando algún que otro centro nervioso bajo mis dientes, tuve que dejar de usar el arañazo de la lámpara quirúrgica como referente para mis ojos: mi odontóloga tenía una mirada realmente llamativa, que resaltaba espectacularmente con la mascarilla del color de sus iris que le tapaba la boca. Es terrible lo ignorado que es siempre el color verde en los tests de "cuál es tu color favorito" en facebook.

En un momento entendí perfectamente la fijación de Peter Steele, tanto por el color como por el background médico. Y mira que lo gótico por lo gótico siempre me ha tocado bastante las narices, pero el tatuaje que además lucía mi castigadora en el cuello irremediablemente me llevó a unir conceptos mientras, puntualmente y agarrándome la cabeza fuertemente contra su suave pecho para alcanzar mejor la zona dental a obliterar, me recordó a Pauley Perrette y su odioso personaje televisivo (eso sí: ella, además de parecer una tía estupenda, tiene 41 años, lo cual hasta es un plus cuando te has pasado la vida zumbando con niñas bipolares).

Se me va. Centrémonos: Peter Steele. Probablemente no tengáis ni puñetera idea de quién es, pero da igual. Ayer me acordé de él y hoy su corazón se ha parado a los 48 años. Pero como ya en 2005 hizo pública su muerte, con suerte tan sólo es el anuncio de un nuevo disco para Type O Negative. Si no es así, aquí va mi personal adiós a un tipo despreciable al que he admirado durante años en la medida de lo posible (siendo yo, me refiero).



Petrus T. Ratajczyk. 1962-2010.

Yo este verano quería ir al Wacken a verles y todo. Qué se le va a hacer...