lunes, 28 de febrero de 2011

Valeriy, Boris y Alexei

Qué hartazgo, por Dios, verme una y otra vez hablando de la zafia y vil naturaleza del ser humano. Sobre todo el de derechas -y los casados, esos son los peorcitos-. Es cierto. De modo que hoy voy a intentar hablaros de todo lo contrario, y de las excepcionales condiciones que han de darse para que vosotros, vil escoria, podáis sacar lo mejor de vosotros mismos.

Bienvenidos a Pripyat. Encantadora ciudad que toma su nombre del río que lo atraviesa, al norte de Ucrania, oblast de Kiev. Sus suelos son fértiles y su clima templado; y a día de hoy siguen siéndolo, aunque arrastren el peor veneno que nunca jamás nadie imaginó. Algunos ya sabréis sobre qué voy a hablaros, otros estaréis con cara de vaca rumiando mientras ve pasar el tren. Seguro que caéis en cuanto os hable de la zona de alienación Chernóbil (desaconsejo la búsqueda de material gráfico, internet y morbo van por definición de la manita). La ciudad fué construida como dormitorio para las familias de los trabajadores de la central nuclear V.I. Lénin, a diez kilómetros de distancia, llegó a tener más de cuarenta mil habitantes, y en la Unión Soviética se la conocía como "la ciudad del futuro".

La noche del 26 de Abril de 1986, y con la intención de aumentar la seguridad en la planta, los ingenieros quisieron probar los límites de las turbinas de vapor antes de detenerse completamente. El vapor se obtiene del agua pura que pasa por unas barras de dióxido de uranio, y este proceso se controla y contrarresta con otras barras de boro (una especie de sistema acelerador/freno), todo ello envuelto en toneladas de grafito.

Existe un fenómeno llamado "envenenamiento por xenón" en el caso de que la interacción del uranio no sea de una cierta magnitud. Pese al nombre del término, esto no es necesariamente malo: símplemente se produce demasiado gas xenón (neutrones a go-gó) y han de pasar un par de días hasta que su nivel en el núcleo descienda y sea posible de nuevo la fisión atómica y el reactor pueda ponerse nuevamente en marcha. Para evitar este efecto, los ingenieros desconetaron todos los protocolos de seguridad y el control automático del núcleo del reactor.

No se produjo xenón, pero en ese juego de embrague/acelerador con el que los ingenieros quisieron mantener despierto al reactor, la potencia generada fue tal que las barras de boro se deformaron por la temperatura: el coche iba sin frenos. En lugar del xenón hubo tal concentración de hidrógeno, que la presión hizo que toda la cubierta de cien toneladas del reactor número cuatro volara por los aires. No fué una explosión atómica, ni una gran bola de fuego que lo iluminara todo, nada tan espectacular. Símplemente acumulación de gases. 31 muertos.

El núcleo del reactor quedó en contacto con el aire. Toneladas de magma en estado de fisión a 2500 grados centígrados en su superficie devorándolo todo. Los bomberos militares de la base pidieron ayuda a los bomberos de Kiev para controlar el incendio e impedir que se propagase a los demás reactores. Lo lograron, pero el foco, evidentemente, era incontrolable. El calor en el pozo del reactor cuatro creaba un efecto chimenea que disparaba polvo radiactivo a un kilómetro de altura.

A partir de este punto es difícil hablar del número de muertos que el accidente causó, causa, y sigue causando. Para que os hagáis una idea, un ser humano adulto puede absorber aproximadamente 2 Roentgens de radiación al año. En la central en ese momento los bomberos estuvieron expuestos a unos 1500. La ciudad de Pripyat no se evacuó hasta tres días más tarde. Los que se negaron a abandonar sus hogares murieron esa misma semana.

El 1 de Mayo, lejos de ser consecuentes, las autoridades comunicaban que la situación estaba bajo control y que el peligro había pasado, e invitaban a todo el país a salir a la calle a celebrar la fiesta del primero de Mayo. En Kiev, a 100 kilómetros de Pripyat, hoy se habla de aquella celebración como "el desfile de la muerte". El responsable del comité se suicidó un año después.

Mientras, en la central de Chernóbil el gobierno movilizó a miles de soldados para, ataviados con unos simples guantes y unas máscaras de tela, limpiar de polvo radiactivo los alrededores de Pripyat y sacrificar a todos los animales de la zona, salvajes o no (pelaje + polvo radiactivo = chungo). A estos trabajadores se les llamo "liquidadores". Algunos se imaginaban lo que estaba pasando, la gran mayoría no, pero el gobierno te cambiaba los dos años de servicio militar por tan sólo dos días de trabajo allí.

No obstante, lo peor no había pasado. El magma del reactor estaba comenzando a filtrarse hacia abajo, devorando la estructura que lo contenía. Bajo el recipiente del reactor estaban las piscinas de agua que desalojaban el material residual de los reactores. Todo el sistema automático de drenaje quedó inutilizado en la explosión. Si el magma entraba en contacto con el agua (hidrógeno y oxígeno) nos enfrentabamos a una reacción en los demás reactores, y una explosión cientos de veces superior a la de Hiroshima. Además, la polución nuclear dejaría de ser una columna de polvo de un kilómetro de altura. Las reservas de agua subterráneas, los ríos y finalmente los mares se verían contaminados. Toda Europa sería un cementerio en cuestión de unos pocos meses y, aún a día de hoy, no sabemos cuáles habrían sido las consecuencias a escala planetaria.

Lo repetiré: Toda Europa sería un cementerio en cuestión de unos pocos meses.

A diferencia de los primeros liquidadores, hubo tres hombres que entendieron esto perfectamente, que eran plenamente conscientes de la situación allí. Sobre ellos no se han hecho películas en Hollywood, ni nada por el estilo. Sus nombres ni si quiera nos resultan familiares. Y, sin embargo, se sumergieron en lo que a día de hoy es su tumba, sabiendo que no había ninguna posibilidad de sobrevivir a aquello, para salvar millones de vidas. Valeriy Bezpalov, Boris Baranov y Alexei Ananenko se sumergieron en aquella piscina de ácido nuclear para, contra todo pronóstico, conseguir abrir las esclusas de evacuación y verter todo el agua hacia los depósitos exteriores preparados para recoger todo el material radioactivo. A día de hoy sus cadáveres, de un modo u otro, siguen ahí. Probablemente les debáis la vida y, al igual que yo hasta hace un tiempo, ni si quiera lo sabíais.

Cuando fuera de la Unión Soviética empezaron a medirse niveles de radiactividad por encima de lo normal, el mundo entero miró en dirección a la Unión Soviética en lo que hasta ahora ha debido de ser el WTF!? más jodidamente épico de la historia de la raza humana. El desastre ya no podía seguir ocultándose (hoy día los casos de cáncer en el Este de Francia y el Norte de Italia siguen siendo cincuenta veces más frecuentes a lo normal). Hans Blix, por aquel entonces responsable del Organismo Internacional de Energía Atómica, fue el primer occidental "invitado" por Gorbachov para analizar la situación. Dentro y fuera de la Unión hubo que hacer pública y transparente la situación de Pripyat y la planta de Chernóbil.

La población entera de Pripyat se encontraba en estado latente en varios hospitales de Moscú, algunos siendo víctimas de horribles afecciones tumorales, espina bífida y quemaduras inexplicables que ulceraban la carne hasta los huesos.

Había que sellar la central de Chernóbil. Se proyectó lo que finalmente sería "el sarcófago", una estructura de hormigón y acero que cubriría el complejo. Sin embargo, una vez allí, los ingenieros vieron que la superficie de la central se encontraba cubierta de escombros radiactivos, gran parte de ellos bloques de grafito despedidos del núcleo del reactor. Era imperativo que todo aquel material fuera devuelto al pozo del reactor antes de comenzar la construcción del sarcófago.

Se desplegaron robots que empujasen los escombros desde los tejados, pero la apabullante radiación fundió sus circuitos en tan sólo dos días: habría que hacerlo a mano. Miles de soldados y voluntarios confeccionaron ellos mismos con plomo trajes que llegaban a pesar 30 kilos, y trabajaron en los tejados de Chernóbil en turnos de cuarenta segundos, lo suficiente para lanzar un par de paletadas de escombros o arrojar con las manos algún fragmento de grafito. Varias veces al día. Según sus propias descripciones, en aquellos tejados podías sentir cómo te ardían los ojos, miles de alfileres se te clavaban en la cara y por algún motivo ni si quiera podían oír sus propios dientes cuando los hacían chocar abriendo y cerrando la boca. Hicieron su trabajo en un tiempo récord y en condiciones extremas. Sin políticos, mentiras ni generales que les dijesen lo que hacer, se hicieron llamar "biorobots". A día de hoy pocos superan la cincuentena, pero todos tienen la forma física de unanciano moribundo.

En esta foto, tomada por Igor Kostin, podéis ver a los biorobots en el tejado de la central. Las manchas blancas en la parte inferior de la fotografía fueron causadas por el pulso radiactivo que les golpeaba desde el interior del nucleo bajo ellos y que afectó los negativos de Igor. Como podréis observar a simple vista, sus trajes eran de todo menos perfectos para trabajar en semejantes condiciones.

La construcción del sarcófago costó 23.000.000.000 (vintitrés mil millones) de rublos. Por aquél entonces el rublo tenía un valor similar al del dólar, con la diferencia de que el salario mensual medio en la Unión era de 180 rublos. Hay quien dice que esto fue probablemente la gota que colmó el vaso para la ya maltrecha y corrupta Unión Soviética.

A día de hoy la ciudad de Pripyat es un cementerio fantasma. Se puede visitar de forma segura durante unas horas, pero la radiación beta ya se encuentra a veinte centímetros de profundidad bajo el suelo: es absolutamente irrecuperable, y lo seguirá siendo durante más de 20.000 años. El sarcófago empieza a mostrar serios desperfectos y es necesario sustituirlo.

Las naciones unidas proyectaron un fondo para la creación, a treinta años vista, de un segundo sarcófago que cubriese el primero. Han pasado 25 y, pese a estar totalmente planificado y en manos de dos empresas francesas, la puesta en marcha de su construcción lleva ya diez meses de retraso, y a día de hoy la arruinada Ucrania es absolutamente incapaz de hacer nada salvo rezar.

Cien mil voluntarios muertos, cuatrocientos mil afectados, Valeriy, Boris y Alexei -amén de otros dos millones de víctimas- merecen algo más. Digo yo.

**A modo de breve actualización, y gracias al apunte del ladino-aunque-majo E.Martin en los comentarios, mencionar también a los pilotos y trabajadores que hicieron su parte desde los helocópteros los primeros días de la catástrofe, sobre el epicentro de la columna de calor que disparaba aire y polvo contaminados a 180 grados centígrados (y, también, miles de Roentgens), y que arrojaron, a veces incluso con sus propias manos, arcilla, plomo, dolomita y boro sobre la caldera del reactor para eliminar y paliar en lo posible el incombustible incendio atómico del núcleo.

Respecto a las fuentes energéticas alternativas, existen muchas, y todas costosas. La energía nuclear tal y como la utilizamos hoy en día es viable si también entendemos como tal -viable- la asunción de riesgos que supone. No todos estamos dispuestos a hacerlo. Hemos hecho un uso prematuro e infantil de un recurso en el que no se ha puesto ningún énfasis en su uso responsable. Hoy empezamos a discernir modos (también costosos) de utilizar el poder del átomo de forma segura y limpia, pero probablemente no los veremos en funcionamiento hasta el 2022.

Os dejo las últimas palabras de Carl Sagan en su serie de documentales Cosmos respecto a la responsabilidad de usar estos recursos. Si pudiese ver hacia dónde nos estamos encaminando, probablemente se volvería a la tumba él solito.

sábado, 19 de febrero de 2011

P.I.P.I.

He tardado treinta y cuatro años en completar un exaustivo estudio sobre lo que he venido en llamar "Personalidades integradas por peligrosidad idiótica", o P.I.P.I.

El P.I.P.I. abarca a la totalidad de la población mundial con dos claras excepciones: los integrantes de este blog y usted, distinguido lector. Todos los demás están cubiertos por el P.I.P.I. y son potencialmente perniciosos en este órden:

6.- Imbéciles.

5.- Imbéciles torpes.

4.- Hijos de puta.

3.- Imbéciles bienintencionados.

2.- Imbéciles hijos de puta.

1.- Imbéciles motivados.

jueves, 17 de febrero de 2011

The Texas Dildo War: cambiando las reglas del juego


Solemos pensar en lo que nos rodea de una manera lineal, como en una simple concatenación de acciones y reacciones, problemas y soluciones, aritmética pura. Si entre A y B existe un obstáculo C, la solución idónea sera D, que atraviesa el problema. Y si bien el enfoque lineal suele servir a nuestros propósitos, muchas veces nos aboca a esfuerzos innecesarios y a imposibilidades prácticas. A veces resulta mas eficiente y económico rodear la montaña que abrir un túnel.

Los grandes políticos y estadistas son conocidos por saber cuando rodear la montaña o incluso quedarse a vivir en ella, en lugar de dejarse la vida intentando abrir un túnel. El padre de la patria turca, Mustafá Kemal Attaturk, en lugar de prohibir el velo que veía como un atraso, lo hizo obligatorio... para las prostitutas. Pronto ninguna mujer decente se dejaría ver con uno puesto. Attaturk redefinió el velo y se ahorró los quebraderos de cabeza que la medida directa, lineal, le habría acarreado.

A este tipo de medídas George Lakoff las llama "reenmarcados" y originalmente fueron el sello de identidad de los legisladores progresistas, pero llevan un par de décadas siendo el arma favorita de los más conservadores. Y de eso va el post de hoy.

Imagínate que eres una mujer (supongo que a muchos no os costará porque lo sois o porque jugáis a serlo de vez en cuando). Vuelves a casa de noche y un tipo te pone una navaja al cuello y te dice que como te resistas te mata. Tu, aterrorizada, le haces caso. Y te viola.

O quizás es tu marido el que se impone a ti y sabedora de lo que puede pasar no se lo impides. Y te viola.

O tu jefe usa la amenaza directa de despido...

O estas muy borracha después de una noche de fiesta...

Imagínate que te quedas embarazada.

En Estados Unidos, la sentencia del tribunal Supremo en el caso de 1973 Roe vs Wade te garantiza el derecho a abortar. Esta sentencia, o mejor dicho anularla, lleva siendo el Santo Grial de la derecha conservadora americana desde el momento en que se dictó. Y mientras tanto, de lo que se trata es de obstaculizar ese derecho en la medida de lo posible. Por ejemplo, prohibiendo que se pudiesen usar fondos públicos para pagar abortos.

Luego vino la medida que prohibía a las aseguradoras cubrir el coste de un aborto, en tanto el coste del seguro medico supone una desgravación fiscal y por tanto una suerte de subvención pública. No puede uno dejar de reírse aunque sea un poquito por lo torticero de la maniobra; dichas desgravaciones son obra de esos mismos políticos, cuando se ponen el traje neoliberal.

Pero siempre ha habido dos excepciones a dichas enmiendas: la violación y el incesto. Y por mucho que uno se oponga al aborto, en tanto no lo ilegalices resulta difícil negarle el acceso a una víctima de violación. ¿Que hacer? ¿Como salvar ese obstáculo?

Redefiniendo la violación.


Este tipo es Chris Smith. Su propuesta de ley, que anda todavía dando vueltas (ha recibido algún revés pero está lejos de ser derrotada) pretende redefinir lo que realmente es violación y lo que no a efectos de poder optar a fondos públicos que paguen por tu aborto. Para el, una mujer ha sido realmente violada si ha opuesto resistencia. Mucha resistencia física. Decir "no" no cuenta. Llorar y pedir ayuda mientras ocurre tampoco. Ser menor de edad no cuenta. Ni ser disminuida psíquica o física. Tienes que luchar. Y perder.

Estaréis pensando que hace falta ser un hijo de puta muy cabrón para presentar una ley así y estaréis en lo cierto, pero tenéis que entender que esto no es un ataque directo a los derechos de la mujer ni un intento por volver a los tiempos en que la carga de este delito recaía enteramente en la mujer. No. Eso es solo un efecto colateral. Una consecuencia de un intento torticero y malsano por salvar el obstáculo que es Roe Vs Wade. No tratando de hacer un túnel, sino rodeándolo y dejándolo sin efecto.

Imagínate que eres homosexual en Irán. O en Arabia Saudi. O en Uganda

Idi Amin Dada, el unico tipo mas feo que Forest Whitaker

Uganda, un maravilloso país, rico y fertil pero con una historia de violencia reciente que incluye gastronomía antropofaga y esposas presidenciales desmembradas engordando cocodrilos. Un país donde la homosexualidad no solo es ilegal, sino que la reincidencia puede acarrearte la pena de muerte. Donde pastores evangélicos con fuertes lazos con América reclaman desde el púlpito la exterminación de quien se desvié del estrecho camino que marcan.

Imagínate que un día una turba alentada por uno de esos pastores quema tu casa, que tu novia y tu tenéis que salir huyendo, escapar del país so pena de ser las siguientes. Imaginate que llegas a Londres, o a Nueva York y pides asilo.

Imagínate que un Juez te pregunta si conoces a Ellen DeGeneres. O que le nombres las revistas que sueles leer. O que cuestione si tu apariencia es demasiado femenina. Imagínate que deniega tu solicitud de asilo y dicte tu deportación a Uganda por juzgar que no eres lo que la sociedad occidental (el) considera una lesbiana.


Esta es Brenda Namigadde y no se tiene que imaginar nada porque le pasó justo eso. De hecho, estaba en un centro de reportación británico cuando la presión de ciertos activistas lograron aplazar el cumplimiento de la sentencia. No anular, solo aplazar. Y todo mientras ministros del gobierno Ugandes avisaban que o "abandonaba sus perversas maneras" o sería encarcelada según aterrizase en su país. Las amenazas del gobierno de tu país prueban menos tu condición de perseguida que conocer la revista Shangay.

No hablamos de un caso aislado. El 99% de las peticiones de asilo que se piden en EEUU o el Reino Unido por causa de persecución homofoba son rechazadas. En un 99% de los casos, se juzga a hombres y mujeres como no lo suficientemente homosexuales. Se les juzga capaces de decir que son homosexuales y arriesgarse a ser encarcelados o morir solo para conseguir la residencia. Y a la vez se definen las bases legales para decidir lo que es un homosexual y lo que no.

No, hoy no pinto nada aqui.
Pero como el post no ha tenido mucha gracia, me han pedido que salga para alegraros un poco el día.
Se que soy la imagen favorita de este blog.



lunes, 14 de febrero de 2011

Hace siete años que me dabas la vida inclinada sobre mí, haciendo que el sol de tu ventana pintase mi vida de avellana al atravesar el filtro de tu pelo de zarzas y besos. Esos besos.

Hiciste que haya que estar loco para querer ser feliz. Qué triste me dejaste tirar el corazón al vertedero de tus calles, pero qué loco me mantuve convertido en piedra.

No la hubo mejor. Maldito día.

jueves, 10 de febrero de 2011

Acrílico

Hace tiempo encontré una miniatura. No sabría decir exáctamente cuándo, pero más de un año. Entre el primer par de hojas rojas y un cumpleaños.

Era estupenda, no tenía marcas del molde y estaba hecha de una resina fina y suave, con un detalle espectacular. La forma era muy dinámica, de estos modelos que sólo con verlos ya te puedes imaginar lo que vas a disfrutar sacando unos relieves por aquí o marcando unas sombras por allá, haciéndo que resalte la luz donde más llama la atención. Era una pieza de las que te motivan sólo con verlas a presentarte a algún concurso, sabiendo que cuantas más ganas pongas en trabajar en ella, mejor te lo vas a pasar pintándola.

Algunas piezas estaban rotas, y alguien las había pegado de cualquier manera con un pegamento no muy delicado, por ello estaba en el fondo de una caja de ofertas en una tienducha. Hasta mi bolsillo podía pagar algo así, de manera que no me lo pensé.

No soy un trabajador muy metódico, y no suelo encasillareme en una sóla técnica. También soy lento pintando y me canso rápido si paso mucho tiempo trabajando en lo mismo, por lo que me gusta pintar con calidad en sesiones no muy largas, y sin marcarme metas. Lo que no se pinte hoy, se puede pintar mañana. O mañana cojo el disolvente y lo rehago todo de cero. Pero siempre con mucho cariño y paciencia. Disfrutando y visualizando cómo puede encajar cada filigrana y cada detalle con lo que puedo pintar otro día.

Al final, como con muchas otras miniaturas, la perdí. O se me rompió. La imprimé con aerógrafo, capas suaves, muy líquidas, delicadas como su resina. Rehice algunas partes perdidas de estaño esculpiéndolas de nuevo en masilla de modelismo. Tenía un millón de cajitas preparadas con elementos de escenografía para decorarle la peana. Diluí la pintura hasta casi convertirla en agua para, película tras película, recrearme en todos sus relieves y conseguir un resultado suave y bien difuminado. Al menos lo intenté. Pero un día ya no estaba. Se la comió el perro. O la tiró la señora de la limpieza cuando quitaba el polvo y la hizo añicos. O una botella de disolvente se virtió sobre mi mesa de trabajo y tuve que tirarlo todo. Ya no me acuerdo cuál de todas fue.

Desde entonces he pintado otras. Algunas me han quedado mejor y otras peor. Algunas también se accidentaron. Pero con todas aprendes cosas; nuevas técnicas, nuevos materiales, nuevas ideas. Aún así, a veces me acuerdo de algunas, sobre todo las que quedaron a medio pintar, e intento recordar al menos la marca del fabricante, por ver si consigo alguna similar de su serie. A veces las encuentro, pero nunca resultan ser lo mismo que aquellas que perdí, no sé por qué.

Sé que todos esos modelos también los habrán pintado otros con mayor o menor acierto, pero las de mi vitrina son las mías. Y me encantan. Y podría tirarme las horas muertas mirándolas, pero prefiero dedicarles sólo unos minutos y dedicar mi tiempo a seguir pintando la tonelada de miniaturas que me esperan desnudas en mi estudio y que aún tengo pendientes, para seguir llenando vitrinas, para segir aprendiendo, y para seguir pasándomelo en grande.

Dedicado a una lámpara de dibujo estupenda. Tú sabes quién eres.

martes, 8 de febrero de 2011

3

Vale que les han puesto más banderillas que a una ronda de chatos, pero la semana pasada tuve que retrasar mi hora habitual de comida, y estuve viendo "sé lo que hicísteis".

Horror. No ya por los contenidos en sí, o el bajón que han dado los guionistas (esto es tema a parte): el programa se ha reducido a unas cuantas jamonas en mini-vestiditos entrando y saliendo del plató por unas escaleras puestas con un propósito demasiado claro.

Y no es que no me guste la carne, es que no me gusta la mercadotecnia a la italiana. Vale que el programa siempre había tenido unas chicas estupendas, pero -a excepción de Pilar Rubio, que no daba para más- solían estar a la altura de un programa que se basaba en otras cosas. Ya no.

Adoro la pornografía, pero en su contexto; tanto mediático como en su ámbito de consumo: me incomoda rebozarme en ella si estoy comiendo con mis compañeras de trabajo, que aún creen que soy una persona decente. Es más, si una mujer libremente se quiere despatarrar por dinero con ella vaya mi bendición, pero estas tonterías que no me la ponen ni morcillona camufladas de programa de actualidad, humor, o lo que sea, pues como que no. Porque Patricia Conde puede estar cañón y ser esto un aliciente, pero además tiene tablas, experiencia, soltura y vale para ello. Pero las otras dos están por lo que están, y el nivel actual de los guiones también dejan a las veteranas al mismo nivel.

Lo mismo pasa con Anna Simon en Cuatro. Pese a que tener una licenciatura en periodismo cada vez sirva para menos, el papel y los pispajos de guión que le dejan a esta chica son, como diría Rajoy, verdaderamente notables.

Ojo, que de algo hay que comer, y seguro que mal no les pagan. Es más, todo mi respeto por ellas: escribo esto como espectador que ve cómo su inteligencia es menospreciada en aras de su polla morena. Bastante tengo con media hora en todas las cadenas sobre prensa rosa deportiva, como para luego rematar el tópico con un desfile de minifaldas (sí: Paula Prendes en pelotas leyendo la metamorfósis de Kafka haría audiencia, pero leyendo el Marca ya lo petaría).

Que el sexo siempre ha vendido es obvio. No hay que estrujarse mucho la cabeza (aproveche esta oportunidad para hacer un jacarandoso doble sentido y siéntase como el autor) y es algo que nos gusta a todos. Y a todas. En cuanto a estímulo visual es inmediato y evidente, sobre todo en el caso de los hombres (esto cumple una función que revierte en vuestro beneficio, así que no nos despreciéis por ello, furibundas y queridas lectoras). Si la tele en vez de verse se comiese, nos venderían las cosas con salsa barbacoa... vale, y también con sexo. Pero esto no es óbice para abstraerse de todo lo que el noble arte de la publicidad exige (¡JA!) a la hora de conseguir un mensaje efectivo del Neolítico a esta parte. Yo mismo me declaro acérrimo fan de gran parte de la publicidad de AXE o de muchas cervezas argentinas (créanlo o no, no es el sexo su mayor baza).

Pero como siempre, hasta lo más hermoso se puede corromper. Al márgen del equívoco mensaje con el que se nos bombardea en esta sociedad absurda (no, no vas a poder fecundar a esa accesible y simpática hembra del anuncio de dentífrico por muchos tubos que compres, pero no dejes de lavarte los dientes por el bien de todos, por favor), llegar a temas de verdadera humillación y supresión de la personalidad por la imágen y el estereotipo como si fuesen lo más normal del mundo, resulta acojonante. A mí al menos, que creo que las arrugas son motivo de orgullo y no al contrario, me lo parece.

Quiero evitar usar el término "machismo" porque me da muy mal rollo. Hay gente muy mal follada y con muy poco sentido del humor por ahí, y se han mezclado muchas gilipolleces con problemas realmente gordos en una caja muy pequeña. El hedonismo mal entendido también puede ser un arma de destrucción masiva.

Creo que fue Illuminatus (tipo interesante al que igual un día reuno fuerzas suficientes como para enlazarlo junto a la tonelada de cosas que tengo que enlazar) quien, la otra noche, difundió este documental en twitter y me dejó con el culo torcidísimo. Lejos de querer dármelas de príncipe que va salvando la dignidad de cuántas doncellas le salgan al paso, me conformo con que fuese cualquier otro quien les repartiese una sábana de hostias a algunos de los protagonistas y responsables de este esperpento. Asómbrense, mediten y, por el bien de mi maltrecha vida sexual, no se dejen:




PD: Radicalmente off-topic, pero es el mejor anuncio que se ha hecho jamás de los jamases y he de compartirlo con el mundo, lo siento:

lunes, 7 de febrero de 2011

2

No era el tema del post, pero como el pueblo llano -arengado y furibundo- me ha solicitado, voy a pronunciarme respecto al tema de Egipto. Por supuesto el Hombre Malo tiene potestad para corregirme en lo que considere o añadir interesantes anotaciones que a buen seguro tendrá que hacer (lo pida o no, lo hará de todos modos: es su súper poder mutante y por eso le quiero). Realmente a lo de "dar mi opinión" poco puedo decir, ya que poco se puede opinar -queda el juego de las predicciones que, por otra parte, es algo muy español-.

A mi lo de las revueltas populares siempre me la ha puesto bastante gorda. Quizá estemos asistiendo a algo mayor, viendo lo que ha sucedido en Túnez o cómo en China se censura absolutamente cualquier información que venga de Egipto hablando de cambios de régimen, revuelta popular mediante. Me gusta.

Se murmura sobre la condición de "aliado de Israel" y generador de estabilidad que hasta ahora tenía Egipto, y del temor a las influencias wahabistas en el proceso que está al caer. Tranquiliza escuchar a algunos de los jóvenes manifestantes a este respecto (aunque sólo el tiempo dirá). Gentes más tendenciosas directamente fantasean con un Irán atómico alzándose en la plaza de Tahrir, ungidos en petróleo saudí: el ruido de fondo y falta de rigor vergonzosos a los que ya nos tienen acostumbrados en el gran hermano en que se ha convertido el periodismo de este país.

Por el momento Mubarak, en posición fetal bajo su mesa apretando fuerte el culo, reza por una epidural respecto a la situación mientras los representantes norteamericanos intentan conseguirle algo de tiempo para que pueda sacar, él también, su tonelada y media de oro. Quizá vengan más "hijos de puta de los nuestros", más estados marioneta, más gaseoductos bajo campos de amapolas...

O quizá, con suerte, occidente esta vez cumpla con su responsabilidad (inverosímil en el mejor de los casos).

viernes, 4 de febrero de 2011

1

Reconozco que lo que más me tira de espaldas a la hora de publicar nada es pensar que al final voy a tener que ponerle un título al texto. Es un momento de tantísima intrascendencia que más de uno y más de dos tochos se han perdido como lágrimas en la lluvia. Amén del inenarrable terror inicial que supone el haber estado aglutinando ideas en tu cabeza demasiado extensas para un twitter, pero demasiado breves para un blog, y no saber cómo cojones coser todo en un texto que eduque y entretenga. Al final siempre queda todo reducido a una hoja blanca como la teta de una monja.

Tema Zapatero.
Asustaba ver cómo el cambio de gobierno en su primera legislatura nos mostró las maneras de esa nueva derecha importada del otro lado del charco, que a día de hoy tenemos tan asumida. Además, la fórmula mediática de la prensa rosa ha producido una verdadera metástasis al periodismo deportivo y político. La derecha, por definición en contra de todo lo que es político en sí, está fuera de control.
Por otra parte me apena muchísimo saber que al señor Zapatero jamás nadie le agradecerá lo suficiente cosas como la ley del matrimonio homosexual. Y se lo ha ganado a pulso; desde el mismísimo momento en el que al iluminado le dió por darnos a todos dinero indiscriminadamente en las previas a su segundo mandato, la sospecha apareció: éste se ha vuelto gilipollas. No sé qué productos de limpieza usarán en la Moncloa, pero son realmente dignos de estudio.
El PSOE ha pasado de enfrentarse a un desgaste a causa de la crísis a, directamente, desintegrar permanentemente a su electorado a base de tomarlos a todos por imbéciles y meársenos encima. Eso sí, los anarcocapitalistas se han quedado todos como caracoles en un espejo, viendo que el lider de la izquierda les ha adelantado a ellos envuelto en llamas y riéndo como un loco por el arcén de la derecha.
La guinda la puso Pepe Blanco hace un par de semanas alegando que Zapatero era el mejor socialista que había conocido nunca. Si buscáis "Pablo Iglesias" en la wiskipedia veréis cómo en las fotos se le está difuminando una mano, como a Marty McFly en regreso al futuro.

Tema LHC.
El CERN anuncia que el colisionador de hadrones volverá a ponerse en marcha en 2012. Y se vuelve a montar el circo, claro, siendo encima la fecha en la que el calendario maya se reinicia (que no se acaba: es circular).
Todo empezó por un par de señores que dijeron que este aparato podría generar un agujero negro que se tragaría la Tierra.
Para que os hagáis una idea, sí, la energía liberada por una colisión de este tipo es gigantesca... comparada con la masa que la desata: dos protones. Cosas más grandes y de forma más violenta colisionan constantemente a nuestro alrededor de forma similar, con la única diferencia de que no podemos registrarlas. La monstruosa grandeza del LHC reside en que es capaz de conducir con precisión un evento cuántico como ése al punto exacto donde hacer la foto.
Es más, matemáticamente el caso de que se de una anomalía espacio-temporal como un agujero negro es más que probable, aunque sería terriblemente inestable y breve. Tan breve que no podemos medirlo de ningún modo. Pero, sobre todo, tan liviano:
Un agujero negro es algo anormalmente pequeño. Arquímedes también tiene algo que decir a nivel cuántico, y si apretamos dos partículas subatómicas mucho, los números no tienen escapatoria. No obstante, sería un agujero negro con la terrible e imparable fuerza gravitatoria correspondiente a la masa de... menos de dos putos protones de mierda.

Tema ley Sinde.
No soy una persona vengativa, pero más por pereza y economía bio-eléctrica que por principios. Eso sí, rencoroso un rato. Cuando mis centros nerviosos se funden para forjar un mal recuerdo lo hacen a fuego y sangre. Todo queda anotado en el antiguo y gran libro de los agravios de mi clan.
Por eso, viendo como en el mundo de la cultura año tras año se nos ha dado a probar mierda tras mierda, cada vez más gorda y que, contra toda lógica, la masa sumisa la deglute con fruicción, grabé con un punzón al rojo en mis puños las marcas de la guerra cuando han ido surgiendo los siguientes tres puntos:
1.- Señores que me cobran un cánon para compensar pérdidas. La mera idea es tan flagrantemente imbécil que sólo se ve superada por sí misma cuando los beneficiarios resultan ser unos inútiles que no han demostrado absolutamente nada en sus putas vidas, de los que yo no quiero saber nada -ni grátis ni pagando- y que además suelen tributar en otros países. Es más, el cánon se cobra en compensación por las "pérdidas" (es que encima estos señores entienden que si tienen que vender 20000 copias de un disco y sólo venden 5000, es porque tú te has descargado 15000, con dos cojones) pero se sigue persiguiendo y acosando al usuario, por si a caso.
2.- Piratería. Sintiéndolo mucho por el embajador estadounidense, en España no es delito la copia privada. Para que haya piratería, ha de haber ánimo de lucro. Si yo le grabo un cassette a mi novia con lo más tierno de mi colección de heavy metal para que se lo lleve de vacaciones en el walkman este verano y así se acuerde de mí, es exactamente lo mismo ahora que hay internet. No me pueden tocar un pelo de la cabeza. Jódanse. Por otra parte, además, es como se promocionan (o promocionaban) de verdad los buenos artistas: las TDKs que rulaban en el instituto.
3.- Soporte digital. Vi Matrix en mi PC antes de que la estrenaran en cine. A los veinte minutos paré de verla y esperé a poder verla en condiciones en un cine el día del estreno. ¿Creen que hubiese hecho lo mismo con "Furia de titanes" en 3D costando 10€ la entrada? Pues según las distribuidoras, sí. Y ahí se acaba la discusión.

En serio, si existiese la opción de poder quedarme el viernes en casa con mi chica viendo una peli (o dos) de estreno en mi estupenda tele HD de 42" por, digamos, tres o cuatro euros, igual hasta me dejaba más dinero en cine. Pero no, la industria cree que lo verdaderamente interesante es que yo tenga que ir a un puto sitio de mierda a olerle los pies a trescientas personas por unas butacas roñosas que igual no están ni centradas y encima cobrarme la cantidad indecente de dinero que pretenden cobrarme. Pues que sigan esperándome.
Lo mismo sucede en otros sectores del entretenimiento audiovisual y la cultura. El mismo tiempo ha pasado desde que me comrpé un videojuego en una tienda, que el que hace que no me grabo nada: desde que puedo comprar cómodamente y en cuestión de minutos por internet. Sin horarios comerciales, en el idioma y plataforma que yo quiera, y sin cajas ni mierdas que luego no sabes qué hacer con ellas. Tan sólo compro el juego y lo asocio a mi cuenta, y lo puedo descargar las veces que quiera en las máquinas que quiera, desde y cuando quiera. Catálogos gigantes de novedades y ofertas que es imposible de encontrar en las estanterías del mejor local comercial. Probadlos:
http://store.steampowered.com/
http://www.gog.com/en/catalogue

Que me expliquen por qué este mismo modelo no se puede aplicar a discos de música, libros, cómics, películas, o cualquier cosa que no se pueda asociar a una cuenta on-line y un dispositivo con capacidad de conectarse a internet.
No, en su lugar tenemos a Alejandro Sanz matándose a pajas con la Sinde, distribuidores y demás hijos de puta mediante. Un panorama de vergüenza donde encima se me intenta criminalizar a mí, que soy quien supuestamente les debería dar de comer (aunque aparentemente se trabaja para que directamente nos quiten la comida cuando les de la gana).

Tema tabaco.
En el tema adicciones ya soy un poco como Sickboy en Trainspotting. Esto en concreto lo cojo y lo dejo con una itinerancia pasmosa. Ahora mismo llevo unos meses limpio, pero es lo de menos. Dos polvos bien pegaos y estaré dándole al lucky otra vez.
Seguro que todo fumador podría decir "pero si yo siempre respeto a los demás, no merezco ser tratado como a un apestado". Bueno, pues he de deciros que, lamentablemente, vivimos en un país llamado España, y que todos los putos bares y restaurantes estaban llenos de apestoso humo.
Apestoso humo que a mi, personalmente, me encanta. Pero es un gusto personal (y entiendo que no muy extendido) que no puedo imponer a los demás.
Es tal mi confusión respecto a esta ley, que no tengo una opinión del todo clara. No obstante sé con meridiana certeza dónde radica el origen de todo el conflicto: sois gilipollas. Todos. Fumadores, no fumadores y políticos. Y habéis conseguido que necesitemos esta ley, añadiendo así unas cuantas gotas más de hipocresía y esperpento en nuestro día a día.
Es estúpido pretender fumar en un local público y no molestar nadie. Es estúpido pretender que el mundo se amolde a tu ultima neura. Es estúpido pensar que fumar es inocuo. Es estúpido prohibir fumar a menos de cincuenta metros de un parque, colegio u hospital en ciudades como Madrid.
Lo único que puedo deciros sin rodeos sobre esta ley es que, si alguna vez follamos en mi casa, querré compartir un cigarrillo contigo asomado a la ventana (que da a un parque).

Tema trabajo.
Sigo gozando como una perra, pero empiezo a tener el culo pelao. Sé que a todo el mundo le gusta quejarse por todo, y que trabajar, lo que se dice trabajar, a nadie termina de hacerle ilusión. Y tampoco quiero daros la chapa más de lo estrictamente necesario. Ya hay gente que llora bastante por todos con este tema, pero me vais a dejar que puntualice dos cosas:
1.- Es horrible no saber ni qué hora es ni en qué día de la semana estás, o si en la calle ahora mismo será de día o de noche. Espero que la situación de este departamento cambie pronto. Por el momento, parece que nuestro esfuerzo y trabajo se reconoce, y esto es bueno.
2.- Pese a la gente válida y profesional que conozco que trabajan en telefónica (algunos más queridos que otros, pero no se me caen los anillos por decir que profesionales y capaces), el 99% de gente que trabaja en/para esa empresa son detritus. Más allá de lo que podría explicarse por la mala fé, está directamente lo que se explica sólo a golpe de deficiencia mental profunda.



Nada, que no se me ocurre título. Voy a tener que poner a mis posts nombre de disco de Led Zeppelin...