miércoles, 4 de junio de 2008

The Texas Dildo War (1)

Esto, señores, es un arma.


Y esto también.


No, no se dejen engañar por su aspecto inofensivo y su color festivo… es un arma. Un arma que destruye y mata. Y su victima es la familia norteamericana.


Esa es la tesis de Greg Abbott, Fiscal General del estado de Texas. Y en base a esa tesis ha recurrido la derogación por parte del tribunal supremo del estado de las leyes relativas a la obscenidad que prohibían la venta y distribución de juguetes sexuales, así como limitaban su posesión. Si, su posesión. Porque mas de seis juguetes sexuales se tipificaba como “intención de tráfico”. Y Pablo Escobar que se murió sin saber el mercado sin explotar que había ahí…

Esta normativa de rara aplicación fue una marcianada de algún gobernador tejano en los 60, que deseaba congraciarse con un electorado conservador temeroso de que esas imágenes televisadas de mujeres quemando sujetadores llegasen a su pueblo. Prácticamente nadie se acordaba de ella. Joanne Webb no, desde luego. Joanne es una cuarentona de misa semanal, profesora, casada y con hijos. Cuando el negocio de su marido empezó a ir mal, decidió suplementar los ingresos familiares haciéndose organizadora de Passion Parties. Vamos…reuniones de Tuppersex. Y le iba muy bien…

…hasta que se enfrento a cargos por obscenidad pública (las reuniones se realizan en la privacidad) y tráfico de material pornográfico. Un año de cárcel y 4.000 dolares de multa. De ahí que se recurriese la ley y que el tribunal superior del estado la encontrase inconstitucional. Todo el mundo pensaba que ahí acababa la historia, que el gobierno de Texas, incomodo por lo ridículo del caso, se contentaría con ver derogada una ley inconveniente. Y ahí entra Greg Abbott.

Abott aduce que de ser derogada esta ley, se abre la puerta a otras conductas como el incesto o la bigamia. Mis hermanas gemelas y yo no dábamos crédito a sus palabras… Pero aun hay más; otra de las preocupaciones de Mr.Abbott es que el uso de estos juguetes ponga en riesgo la vida del feto si quien lo usa es una mujer embarazada. No quiero imaginarme el tamaño de los dildos que (no) se usan en casa de los Abbott.


¿Nos lo creemos?

Esta salida de pata de banco solo se la creen dos o tres. La ley violaba varios derechos y fue derogada. Por un juez conservador, además. En los foros de derecho americano, el recurso presentado Abbott se acogió con un sonoro “WTF??”. Abbott, pacaterías aparte, es un abogado con experiencia y con cierta reputación. Sabe que la ley es desde el punto de vista del derecho norteamericano, contraria a varios derechos: expresión, privacidad, libre empresa… Aun así, presenta el recurso y no lo respalda con elaboradas disquisiciones sobre la extensión de la autoridad del estado…sino con admoniciones apocalípticas a la destrucción del tejido social. La próxima vez que me multen por saltarme un semáforo diré eso, que no saltármelo atenta contra la fibra moral del país.

Pero Abbott no está solo. Iniciativas parecidas han surgido por todo EEUU. Tasas injustificadas a clubes de strip-tease, intentos de censar en listados especiales a los tenderos que incluyan revistas golfas en sus estanterías, prohibiciones de venta de preservativo a menores. Todas normas promovidas desde cargos electos a nivel local, de condado y estatal. Y en un ejercicio delirante de tratar de poner puertas al mar, el gobierno federal trato de “erradicar el porno de Internet” por ley. ¿Os imagináis? El súbito ancho de banda libre a nivel global haría que os bajaseis los capítulos de House antes de que se terminaran de emitir…el acabose.

El caso es que los legisladores americanos son, en su inmensa mayoría, abogados. Y sin descartar que algunos sean muy malos abogados, la mayoría sabe que esas leyes serán derogadas por inconstitucionales en las cortes pertinentes. Luego viene el llanto y crujir de dientes, el moqueo de los electores a los que esa ley les parece cojonuda. Las acusaciones de vulneración de la soberanía popular por parte de “jueces-activistas”, que es como llaman los legisladores a los jueces que tiran abajo por inconstitucionales las leyes que ellos promueven.

Los malvados jueces activistas, con secretas agendas políticas, y a los que no has votado, anulan la voluntad de la mayoría, ergo son anti-democraticos” ¿no? Si, claro…si tu concepto de democracia es el de tres lobos y un cordero votando a quien se cenan hoy. Hay un esfuerzo consciente por parte de los legisladores republicanos para vincular la independencia judicial con la frustración que le supone a su electorado el que haya gente que no se rija por su mismo código moral. Darwin en las escuelas, “Monólogos de la vagina” en los teatros, aborto, preservativos, matrimonio gay, prohibición de la tortura… en todos estos temas los legisladores han mirado a su electorado y dicho “Lo siento muchachos, pero un jodido juez no me deja hacer el trabajo para el que me elegisteis”.

Y lo mejor es que el truco tiene consecuencias. Seguiremos hablando de esto.

7 comentarios:

E. Martin dijo...

>“erradicar el porno de Internet” por ley. ¿Os imagináis? El súbito ancho de banda libre a nivel global haría que os bajaseis los capítulos de House antes de que se terminaran de emitir

Te quedas corto. Los modems empezarían a implosionar en cadena absorbidos por el repentino vacío. Los monitores explotarían al cargar las páginas tan rápidamente. Y los teclados... No, no me atrevo a describir las aterradoras consecuenacias que ello tendría sobre los teclados...

Cattz dijo...

Los teclados no estarían pegajosos, claramente XD

Céfiro dijo...

Estos tipos se aburren cuando no encuentran a nadie a quien bombardear, y como estos juguetes son para hippies-viciosos-y-seguramente-rojos pues a por ellos.

kthwxqwv

Anónimo dijo...

Después de ver "Yo,yo mismo e Irene" ya sabía que era un arma,contundente si...pero destructiva,no sé...bueno si insistes repetidas veces igual le acabas abriendo una brecha a la pobre victima...

Be dijo...

A ver, ¿qué incluyen estos señores en la categoría de juguetes sexuales? ¿Tienen que tener pilas? ¿Las bolas chinas cuentan?

¿Te acuerdas de la caja gigante que llegó a casa de La Maleta Roja? ¡Seis es poquísimo!

Somófrates dijo...

¡Entre Bin Laden y el látex hay un paso, os digo!

Chache dijo...

Si solo lo hacen por joder...